El miércoles por la noche, se suscitaron una serie de bombardeos en un hospital de Alepo apoyado por la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), donde más de 20 personas perdieron la vida.
Debido a esto, el enviado de las Naciones Unidas para Siria solicitó la ayuda de Estados Unidos y Rusia para reactivar las conversaciones de paz y establecer un alto al fuego.
Las cifras mortales reportadas por la agencia EFE se sitúan en 16, sin embargo, AP reporta que son 27, entre ellos seis miembros del hospital y tres niños.
Mohammed Alloush, jefe negociador de la oposición siria, responsabilizó al gobierno de presidente Bashar al-Assad y aseguró que los últimos actos violentos cometidos por las fuerzas gubernamentales muestran que “el ambiente no es propicio para ninguna acción política".
Alloush calificó a los bombardeos como uno de los últimos “crímenes de guerra del gobierno de Assad”.
"Quien comete estas masacres tiene que ser juzgado por sus delitos en un tribunal de guerra y un tribunal de justicia. No necesita una mesa de negociación. Ahora, el ambiente no es propicio para ninguna acción política".
Syrian Civil Defense, un grupo de voluntarios de emergencias, indicó que el número de muertos es de 30 personas, incluyendo seis empleados de la institución, entre ellos uno de los últimos pediatras que quedan en la región.
La agencia White Helmets detalló que el hospital de al-Quds y los edificios cercanos fueron alcanzados por cuatro proyectiles aéreos consecutivos, además de que aún hay personas entre los escombros, por lo que continúan las operaciones de rescate.
De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos en el incidente fallecieron al menos 27 personas, tres de ellas menores de edad.
MSF dijo a través de Twitter que envió un correo electrónico a la agencia AP, donde detalló que entre los fallecidos hay 14 pacientes y miembros del personal sanitario, no obstante, espera que la cifra aumente.
"El destruido hospital apoyado por MSF en Alepo era muy conocido en la zona y fue alcanzado directamente por un ataque aéreo el miércoles", detalló.
Desde el pasado 19 de abril, 200 personas han perdido la vida, 44 de ellas por un ataque aéreo contra un mercado en una zona rebelde en el norte de la provincia de Idlib. Además, docenas de civiles en áreas controladas por el gobierno murieron por bombardeos rebeldes.
(Con información de AP)
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