Al confirmar Reino Unido los 100 mil fallecidos por COVID-19, el primer ministro, Boris Johnson asumió la “total responsabilidad” por la estrategia que su gobierno adoptó para el manejo de la pandemia y que hizo que su país fuera el primero de Europa en alcanzar esta cifra de muertos y el quinto del mundo, después de Brasil, Estados Unidos, India y México.
Este martes 26, en un mensaje a la nación, Johnson lamentó “profundamente todas y cada una de la vidas que hemos perdido”.
El mandatario, al igual que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, despreció el uso de cubrebocas durante varios meses, hasta que resultó contagiado y requirió cuidados intensivos. Pero, a diferencia de AMLO, Johnson ha expresado cierta contrición por las acciones adoptadas.
“Como primer ministro, asumo la completa responsabilidad por todo lo que ha hecho mi gobierno”, declaró a la BBC.
Desde al menos agosto del año pasado, Reino Unido se encontraba a la cabeza de Europa por número de fallecidos, y era uno de los cinco países en donde más personas habían muerto. Otro de ellos ya era México.
RU llegó a la simbólica cifra de 100 mil muertos luego de varios meses de detectada la llamada “cepa británica” del virus y a tres semanas de decretadas las más estrictas medidas de confinamiento para la población.
Johnson, junto con otros líderes de corte populista, como Jair Bolsonaro, en Brasil, Donald Trump en Estados Unidos y López Obrador, en México, desestimó la gravedad de la enfermedad y por ello, no es casualidad que dicho países se encuentren todavía en el rango de lo que tienen más muertes y, en el caso de México, en el último sitio de calificación en manejo eficaz de la pandemia.
El primer ministro británico se resistió al principio a tomar medidas para atajar los contagios y perdió tiempo valioso. Fue hasta marzo que se inició el distanciamiento social y fue en ese mes que cantó victoria: “Creo que llegamos ahora al final de la primera fase de este conflicto y estamos cerca del éxito”.
Este 26 de enero, tácitamente admitió que no se hizo lo correcto, aunque señaló que se hizo “lo que pudimos”. Agregó que su país “aprenderá la lección” y se encontrará preparado para futuras pandemias.
El día que México alcanzó las 100 mil muertes, el 20 de noviembre de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador no declaró nada en particular, no asumió ninguna clase de responsabilidad ni mucho menos mostró tristeza.
El día que informó de ese hito, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, sólo dijo, en su habitual tono sin emoción, que “hoy en México llegamos a las cien mil personas que han perdido la vida. Es una cantidad inusual”.
