Un funcionario de la fuerza pública disparó balas de gas pimienta contra un equipo periodístico de un canal local que reportaba las protestas en Newsville, Kentucky. En Denver, Colorado, comunicadores reportaron haber sido atacados con bolas de pintura y gases lacrimógenos.
En Washington, manifestantes atacaron a un equipo de la cadena de noticias Fox, muy cerca de la Casa Blanca; allí se registraban movilizaciones en rechazo a la muerte de George Floyd. En Las Vegas, dos fotoperiodistas que cubrían las protestas fueron detenidos por la policía.
Estos fueron algunos ataques contra la libertad de prensa que han sido documentados durante las manifestaciones de la última semana en varias ciudades de Estados Unidos.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha mostrado su preocupación por estos hechos; su presidente, Christopher Barnes, comentó que si bien los periodistas conocen los riesgos a los que se exponen durante la cobertura de protestas sociales, en la mayoría de los casos denunciados la prensa debidamente identificada se convirtió también en objetivo de la policía y manifestantes.
“Cuando los periodistas son atacados, las sociedades son atacadas. Ninguna democracia puede funcionar sin libertad de prensa ni ninguna sociedad puede ser justa sin periodistas que investiguen los errores y digan la verdad al poder”, escribió en su cuenta de Twitter el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
When journalists are attacked, societies are attacked.
No democracy can function without press freedom nor can any society be fair without journalists who investigate wrongdoing and speak truth to power.
— António Guterres (@antonioguterres) May 30, 2020
CNN también ha sido blanco de estos ataques; el viernes la policía arrestó al corresponsal Omar Jiménez, durante una transmisión en vivo en Minneapolis y horas más tarde, manifestantes atacaron la sede principal de la televisora en Atlanta.
(Con información de CNN)
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