La Cancillería ecuatoriana pidió el día de ayer a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, que no realice declaraciones que pudieran afectar las relaciones internacionales del país andino y que se abstenga de pronunciarse sobre la situación en Cataluña.
En una nota oficial emitida el día de ayer, el Ministerio de Exteriores de Ecuador enfatizó que las declaraciones del australiano no representan la posición del país, también respaldó la integridad territorial de España y reiteró su postura de no intervenir en asuntos internos de otros países.
“Las autoridades ecuatorianas reiteraron al señor Assange su obligación de no realizar declaraciones o actividades que pudieran afectar las relaciones internacionales de Ecuador”, señaló el comunicado. Asimismo, “reafirmó su compromiso con el asilo diplomático y renueva su decisión de continuar brindando la protección debida al señor Assange, de conformidad con los principios y normas previstos en el derecho internacional y en la normativa nacional sobre asilo”.
El fundador de WikiLeaks, quien se encuentra refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace más de cinco años, dio recientemente una videoconferencia en la que se pronunció en favor de la independencia catalana, lo que justificó como respuesta a la necesidad de cambiar el “orden mundial”.
En paralelo, mantuvo un encuentro con Oriol Soler, editor catalán, considerado uno de los principales promotores y cerebros del movimiento secesionista en la región de Cataluña.
Esta no es la primera vez que el gobierno ecuatoriano le llama la atención acerca de sus pronunciamientos, pues en el marco de la campaña electoral del año pasado en EU, Ecuador cortó el servicio de Internet al australiano debido a que difundió correos que afectaban el proceso.
(Con información de EFE y DPA)
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