Organizaciones de derechos humanos denunciaron que, con el argumento de haber desmantelado a un grupo terrorista kurdo de inspiración integrista islámica, el gobierno de Irán ordenó ahorcar a 20 de sus miembros, a quienes les acusaba de muertes y de amenazar la seguridad nacional. Esta ha sido una de las ejecuciones en masa más importantes en aquel país.
De acuerdo con un comunicado publicado este jueves por la prensa local, el Ministerio del Interior de Irán informó sobre la detención de 102 militantes y simpatizantes del grupo denominado Tohid y Yihad, compuesto por kurdos sunitas iraníes y de inspiración takfirí, como se conoce en Irán a los grupos yihadistas como Daesh o Al Qaeda.
La organización desmantelada fue formada en 2008 y se le atribuyen numerosos ataques terroristas en la región del Kurdistán iraní que causaron la muerte de al menos 20 personas y dejaron 40 heridos, entre ellos varios oficiales de policía, clérigos sunitas y chiítas de la región.
La última célula del grupo terrorista fue interceptada el pasado 20 de abril y desde entonces todos los miembros fueron juzgados, condenados y en algunos casos, ejecutados.
En un boletín difundido este jueves, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), organismo con sede en París, ha cuestionado estas ejecuciones de prisioneros sunitas y denunció la falta de un juicio justo sobre estas personas. Agregó que otros prisioneros están a la espera de ser ejecutados.
Según la FIDH, estas personas negaron estar implicadas en actividades violentas y denunciaron que fueron arrestadas y juzgadas solo por sus creencias y por organizar reuniones y distribuir material religioso.
(Con información de ABC)
