Afganistán, fue el escenario elegido por el gobierno de Estados Unidos para lanzar este jueves su bomba no nuclear más potente, pero esto no fue al azar, la razón que ofreció la Casa Blanca es que ese país está “lleno” de terroristas, más que cualquier otro, por lo que era “necesario” reaccionar en favor de “evitar nuevas muertes de civiles”.
El ataque fue confirmado por el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer.
De acuerdo con el Pentágono, la bomba conocida por la sigla MOAB cayó a las 19:32 horas (local) dentro de un complejo de tuneles bajo control del grupo radical Estado Islámico.
El artefacto “hizo impacto con un complejo de cavernas y túneles excavados en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar”, dijo el portavoz del Pentágono, Adam Stump, en conferencia de prensa.
El funcionario también informó que “la madre de todas las bombas” tiene formalmente la denominación GBU-43/B, pesa poco más de nueve toneladas y fue desarrollada por el Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea estadounidense.
“La bomba no nuclear es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el impulso de nuestra ofensiva contra las fuerzas de EI”, aseveró el general John Nicholson, jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, mismo que ordenó el ataque.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, agregó que “era necesario quitarles el espacio operacional, y lo hemos hecho”.
“Estados Unidos tomó todas las precauciones necesarias para evitar víctimas civiles y daño colateral como resultado de esta operación”.
Según la prensa, ésta es la segunda bomba más potente después de la bomba atómica.
Por otra parte, el Ejecutivo afgano afirmó hace unos minutos que, según los primeros reportes, no hay víctimas civiles.
Actualmente, el Ejército estadounidense se encuentra evaluando en estos momentos el impacto de la bomba.
(Con información de AFP)
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