El Parlamento Europeo aprobó este jueves y por sorprendente mayoría una iniciativa para congelar el proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE). Esto por el creciente autoritarismo del mandatario Recep Tayyip Erdogan durante el Estado de emergencia vigente tras el fallido golpe del pasado junio.
La votación quedó de la siguiente manera: 479 votos a favor, 37 en contra y 107 abstenciones.
Cabe destacar que en la Eurocámara es la primera vez que sucede algo así, pues la mayoría es partidaria de promover la candidatura turca a la UE pero hoy, exigieron formalmente una pausa en el proceso. Otra cosa importante a destacar es que en el calendario de la autoridad estaba previsto que este jueves se decidiera formalmente sobre el futuro de Turquía (si era anexada o salía definitivamente).
Sin embargo, el pasado miércoles, Erdogan hizo unas polémicas declaraciones que tal vez motivaron la decisión del parlamento, así como la constante violación de derechos humanos que ha perpetrado desde el poco exitoso intento por derrocarlo del poder (cierre de medios, torturas, censura, masivas capturas).
"Lo digo por adelantado: esta votación no tiene valor para mí sea cual sea el resultado. Es imposible para mí aceptar el mensaje que se quiere dar. La votación en sí es una prueba de apoyo al terrorismo", dijo Erdogan durante un encuentro de la Organización Para la Cooperación Islámica en Estambul que se realizó ayer.
En cuanto al fallo de la Eurocámara, en un texto subrayaron que "Turquía es un socio importante de la UE pero en una asociación debe existir voluntad política de cooperar por ambas partes (…) Turquía no está demostrando esta voluntad política, dado que la actuación del gobierno no hace más que alejar al país aún más de la vía europea". No obstante, su mensaje final es la certeza de que Turquía debe continuar "vinculada" a la Unión.
De esta manera, el resultado no tendrá repercusión directa en los mecanismos de integración, ya que la Eurocámara no tiene poder para activarlos pero sí refleja los incidentes entre Bruselas y Ankara.
Aún no hay fecha para una nueva votación que decida el rumbo de la que han llamado una importante asociación. Por ahora, la negociación queda congelada mientras el líder turco reprocha y crítica cuanto puede al parlamento europeo.
(Con información de El País y El Mundo)
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