El expresidente de Perú, Alberto Fujimori (indultado el domingo “por razones humanitarias” por el actual mandatario, Pedro Pablo Kuczynski), pidió perdón este martes por actos cometidos durante su gobierno que defraudaron a los peruanos.
“Soy consciente que los resultados durante mi gobierno de una parte fueron bien recibidos; pero reconozco por otro lado que he defraudado también a otros compatriotas. A ellos les pido perdón de todo corazón”, dice el exmandatario, de 79 años, en un video grabado desde la cama del hospital y publicado en su cuenta de Facebook.
“Mi profunda gratitud por el paso complejo que ha tomado el Presidente y me compromete a apoyar decididamente su llamado a la reconciliación“, señaló Fujimori quien gobernó entre 1990 y 2000.
“Muchas gracias, presidente Kuczynski, por este gesto magnánimo que me ha reconfortado”, añadió en la clínica donde permanece internado desde el viernes, “me aúno a las esperanzas de todos los que luchan por la grandeza del país; porque para los peruanos, el Perú está primero”.
El ‘indulto humanitario’ a Alberto Fujimori desató una tormenta política en Perú por la polémica concatenación de hechos que lo hacen ver sospechoso, si bien había sido solicitado en varias oportunidades por razones de salud por la familia, abogados y hasta el propio Fujimori.
El presidente Kuczynski dijo que concedió el indulto por razones humanitarias: “Estoy convencido que quienes nos sentimos demócratas no debemos permitir que Alberto Fujimori muera en prisión porque la justicia no es venganza”. “Someto mi decisión al tribunal de la Historia”, declaró.
Sin embargo, la decisión llegó apenas tres días después que Kuczynski se salvara de ser destituido por el Congreso en una cerrada votación que tuvo un giro sorpresivo, pese a que se preveía que Fuerza Popular tenía los votos necesarios para obtener la “solicitud de vacancia por incapacidad moral”.
El motivo de la acusación es el mismo que ha derrumbado ya a varios políticos de la región y puesto en riesgo a otros tantos, desde el Río Bravo hasta la Patagonia: haber recibido presuntos sobornos de la empresa brasileña Odebrecht para favorecerla en licitaciones estatales.
Horas antes del sufragio en el Congreso para cesar al Presidente, Kenji Fujimori (nada menos que el hermano menor de Keiko Fujimori, la líder de Fuerza Popular), publicó un video en YouTube en el que anunciaba que él y otros congresistas afines votarían por la abstención, debido a que el cese “proyectaría un periodo de turbulencia política en perjuicio de la población” y “enrumbaría al país a la incertidumbre”.
Durante el debate de la destitución, miles de televidentes vieron cómo algunos fujimoristas fieles a Keiko le hablaban duramente a Kenji, presumiblemente para que cambiara de opinión, pero todo fue infructuoso: El Presidente salvó la decisión por apenas ocho votos, entre ellos los de Kenji y los suyos).
Fujimori estaba en prisión desde 2009, cumpliendo una sentencia de 25 años por abusos de derechos humanos y corrupción, en especial las matanzas de Barrios Altos, en 1991, que dejó 15 muertos, y la de la Universidad La Cantuta, en 1992, con 10 muertos; así como el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, ocurridos en 1992.
Mientras familiares y partidarios de Fujimori celebraron, muchos otros —entre ellos familiares de las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales por las que el exmandatario fue condenado a 25 años de cárcel— salieron a las calles a protestar contra el perdón presidencial.
(Con información de BBC)
aml
