En Israel, ministro de Interior y de Seguridad anunciaron la creación de un equipo conjunto especial para recoger información sobre activistas extranjeros que habiten Cisjordania (región del país) o cualquier otra ciudad y que busquen desautorizar y afectar la imagen del estado judío ante el resto del mundo, con el propósito de deportarlos e impedirles su entrada en el futuro.
El equipo especial debe localizar a los activistas a favor de movimiento global de Boicot, Sanciones y Desinversión (BDS) y aportar pruebas al parlamento para expulsarlos del país sin posibilidad de volver.
“Esos activistas van a Judea y Samaria y agitan a la población local contra las fuerzas de seguridad y les impiden realizar sus actividades (…) Quien boicotea a Israel esparciendo mentiras y distorsionando la realidad debe pagar un precio”, advirtió Gilad Erdan, ministro de Seguridad Interior, según citó El País al diario Haaretz.
Hasta el momento la cifra de activistas sospechosos de deslegitimar el estado judío y la imagen de Israel asciende a más de cien. Por otra parte, Sima Vankin-Gil, directora general del Ministerio de Asuntos Estratégicos, indicó que el país tiene una mala imagen ante el mundo y que deben cambiar su narrativa para que los perciban diferente y cese el boicot de activistas que por más de 49 años viajan desde diferentes lugares del mundo para manifestarse en contra de su sistema.
(Con información de El País)
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