Wikileaks reveló este viernes un nuevo caso de espionaje que realizó el gobierno de Estados Unidos a uno de sus socios, en esta ocasión, Japón.
De acuerdo con la información difundida, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés) espió desde 2006 (sin que se precise si la vigilancia ya terminó) al país nipón cuando tomó el poder por primera vez el primer ministro Shinzo Abe.
Los 35 objetivos estaban dirigidos, principalmente, a instituciones económicas y financieras teniendo una amplia penetración en documentos y conversaciones que revelaban estrategias y secretos comerciales.
Entre los organismos espiados se encuentran el Banco Central de Japón y su gobernador, el ministro de Comercio, así como las empresas Mitsubishi y la petrolera Mitsui.
Wikileaks también revela que la información recopilada se compartió con Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido, quienes junto a EU forman el grupo conocido como “five eyes”, una especie de asociación no formal dedicada a asuntos de inteligencia.
Un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca consultado por El País se negó a confirmar o rechazar las nuevas acusaciones de espionaje. Sin embargo, hizo referencia al comunicado que la administración de Barack Obama difundió al revelarse en 2013 el programa de vigilancia masiva que realizaba la NSA en todo el mundo, gracias al exanalista de dicha dependencia, Edward Snowden.
“Estados Unidos recolecta información de inteligencia extranjera –como muchos otros gobiernos- para reforzar la seguridad de nuestros ciudadanos y proteger nuestros intereses y los de nuestros aliados”, se lee en el comunicado de hace dos años.
Esta revelación, a la que no ha respondido el gobierno nipón, se da justo en medio de las negociaciones de la Alianza Transpacífica con la cual EU podría concretar su penetración en Asia de la mano de Japón, para contrarrestar la presencia de China.
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