El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba justificó su decisión de negar el acceso al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el expresidente mexicano Felipe Calderón y la excanciller chilena, Mariana Aylwin.
En un comunicado difundido la tarde del miércoñes, calificó como una “abierta y grave provocación” contra el gobierno de aquel país la visita de los mencionados personajes a La Habana, para asistir a la entrega de “un premio inventado por un grupúsculo ilegal anticubano, que opera en contubernio con la ultraderechista Fundación para la Democracia Panamericana”, en referencia al Premio Oswaldo Payá, instituido en honor a un disidente del régimen castrista.
Sostuvo que la pretensión era generar inestabilidad interna, dañar la imagen internacional de Cuba y afectar la buena marcha de sus relaciones diplomáticas con otros gobiernos progresistas de América Latina, como Venezuela, contra los cuales se ha actuado “de forma agresiva” por parte de la llamada Iniciativa Democrática para España y las Américas (IDEA), de la que forma parte el secretario General de la OEA.
El Ministerio cubano puntualizó que saber de estos “planes”, hizo valer las leyes que sustentan la soberanía de la nación, y en consecuencia, decidió negar el ingreso a su territorio a ciudadanos extranjeros vinculados con los hechos descritos.
Calificó su acción como un “intachable acto de transparencia” y de apego a los principios que rigen las relaciones diplomáticas de Cuba con otros países e incluso, se pusieron en contacto con los gobiernos de los países desde donde viajarían los personajes involucrados para tratar de disuadirlos respecto a su visita a la isla.
(Con información de EFE)
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