La organización civil Praxis Project presentó una demanda contra Coca-Cola por considerar que deliberadamente transmite publicidad engañosa acerca de las bebidas azucaradas y minimiza los efectos de éstas en la salud con el fin de atraer consumidores cada vez más jóvenes.
En su denuncia, la ONG exige que tanto la compañía como la Asociación Estadounidense de Bebidas, con sede en Washington, adviertan a la gente que sus productos pueden ser factor de riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Argumenta que, tal y como lo hiciera la industria del tabaco, los fabricantes de refrescos desinforman a la población para desestimar los estudios científicos que demuestran sus efectos negativos en el organismo humano.
Al respecto, portavoces de Coca-Cola calificaron como infundada la demanda y aseguraron que todos sus productos contienen información a sus consumidores sobre su contenido calórico y nutricional. No obstante, afirmaron que atenderán cualquier advertencia y mantendrán su compromiso para jugar un papel significativo en la lucha contra la obesidad.
La denuncia llega en momentos en que los fabricantes de bebidas intentan impedir medidas regulatorias en varios frentes. Por ejemplo, en países como Reino Unido, Francia, México y Hungría se han aplicado gravámenes especiales a los refrescos
(Con información de El País)
