El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el pasado viernes que las empresas que despidan a trabajadores americanos y se muden a otro país tendrán una alta penalización.
Desde el aeropuerto de Carolina del Sur, el mandatario pronunció un discurso, tras presentar el avión 787-10 del fabricante Boeing, en el que otra vez ha hecho gala de su ya célebre “América first” (América primero) al prometer que impondrá altas sanciones a las empresas que no cumplan con otra de sus destacadas frases: “Buy american, hire american” (compra americano, contrata americano).
Trump además aseguró que su administración "va a luchar por cada puesto de trabajo americano" y que va a bajar los impuestos a las compañías estadounidenses.
"Queremos a nuestros trabajadores, lucharemos por ellos y por trabajos mejor pagados”.
En el mismo evento, recalcó también la calidad del avión en el que viaja, el “Air Force One”, un aparato con 30 años de fabricación, "pero que parece nuevo”.
Trump concluyó su intervención diciendo: "Qué Dios bendiga a Boeing".
(Con información de Reuters)
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