El Senado de Estados Unidos ratificó este miércoles, con 52 votos a favor y 47 en contra, a Jeff Sessions como nuevo fiscal general del país.
De acuerdo con el reporte de Univisión, Sessions fue la pieza principal con la cual Donald Trump pudo postularse como candidato del Partido Republicano y su elección es considerada una clara señal de la intención de hacer cumplir su deportación masiva, según medios con The Washington Post.
El diario estadounidense, además, refiere que Sessions se opuso “prácticamente a todos los proyectos de ley de inmigración que han pasado por el Senado en las últimas dos décadas que hayan incluido un camino a la ciudadanía para inmigrantes en el país de manera legal”.
Durante la campaña, el hoy presidente de Estados Unidos dijo sobre el ahora nuevo fiscal que “él es realmente el experto en fronteras”, mientras que el exaspirante presidencial, Ted Cruz, lo definió como “el opositor más acérrimo de la amnistía en el Congreso de EU”.
Según el reporte citado, en 1986 Sessions no pudo convertirse en un juez federal luego de ser acusado de racismo. Sus colegas afirmaron que se refería a la gente negra de forma peyorativa (“nigger”) y que en alguna ocasión hizo un chisto sobre el Ku Klux Klan (“el KKK me parecía bien hasta que me enteré que fumaban marihuana”).
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