El Senado de Estados Unidos inició el debate sobre un proyecto de ley que podrá limitar los poderes de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional por sus iniciales en inglés). Mientras tanto y debido a la duración de las discusiones, la legislación no se votó a tiempo y el actual programa de espionaje quedó suspendido temporalmente, pues la ley que lo permitía expiró a la medianoche. Desde ese momento las autoridades estadounidenses carecieron de amparo legal para almacenar datos y usar otras herramientas para espiar a cualquier tipo de sospechoso. El día de hoy los senadores retomarán los debates con vistas a finalmente votar la nueva ley. Hasta entonces, la NSA no podrá reiniciar el programa de vigilancia telefónica.
El debate en el Senado se enmarca en un momento tenso y decisivo, desde que en 2013 el analista Edward Snowden reveló las prácticas de espionaje de la NSA. Los senadores estadounidenses discutieron si prolongar la legislación que ya expiró o sustituirla por otra, en la que se cedería a las compañías telefónicas el control de los datos.
Los senadores están divididos entre quienes consideran que la NSA es imprescindible ante las amenazas terroristas y quienes sostienen que la vigilancia telefónica vulnera las libertades individuales. La legislación a discutir incluyó la sección 215 de la Ley Patriótica, que fue aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La sección 215 permite recopilar información relevante de cualquier persona bajo el argumento de que se utilizará para investigaciones contra terroristas. El Gobierno de Estados Unidos ha usado este texto como base legal para el desarrollo del programa de metadatos. Los metadatos son toda la información referente a las llamadas telefónicas: hora, duración y el número que recibe la llamada. Aunque no incluyen el contenido de los mensajes, el cruce de los datos de millones de personas permite a la NSA obtener información valiosa y deducir otra más.
En el debate, la voz del presidente se dejó escuchar. “Es un asunto de seguridad nacional”, enfatizó Barack Obama. “Terroristas como Al Qaeda o ISIL [uno de los acrónimos en inglés para referirse al Estado Islámico] no van a dejar de preparar tramas contra nosotros a partir de la medianoche [del domingo]. Y no deberíamos entregarles las herramientas que nos mantienen seguros. Sería irresponsable. Sería imprudente. Y no debemos permitir que ocurra”, sentenció Obama.
(Con información de El País, de España)
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