En el reporte financiero del último trimestre de 2016, la automotriz estadounidense Ford reportó pérdidas de 800 millones de dólares, cifra roja que en gran parte derivó del cierre de la planta en San Luis Potosí, según reconocieron los directivos en conferencia con analistas.
En este sentido, la decisión para calmar los ataques de presidente Donald Trump por invertir en México le costó 200 millones de dólares a la empresa.
“Las pérdidas tienen que ver con los cargos relacionados con el cierre de la planta, pero me siento bien. Y la razón por la que me siento así es porque siempre estamos viendo el ambiente externo. Estamos haciendo las cosas correctas para el negocio. Actuamos de manera decisiva”, dijo Mark Fields, CEO de la automotriz durante ese evento.
Cuando Ford anunció su decisión de cancelar sus planes en el país azteca afirmó que ahorraría 500 mdd, sin embargo, los números no lo benefició.
Según especialistas citados por la prensa local, el bienestar de Ford está sujeto a la voluntad de Trump, quien tiene un interés especial en regresar la mayor cantidad de empleos y empresas a EU.
“El presidente es muy bueno para los negocios y la economía (…) No tenemos planes de construir nuevas plantas pero evidentemente queremos seguir haciendo crecer nuestro negocio”, dijo Fields en una entrevista con Bloomberg Television este jueves.
A principio de mes, Ford anunció que cancelaba sus planes de invertir 1.6 millones de dólares en una nueva fábrica en San Luis Potosí y en su lugar destinará 700 millones de dólares para una planta en Michigan, la cual creará más de 500 empleos. Esta decisión fue en respuesta a las amenazas del republicano de imponer un impuesto extra del 35% a sus autos que estuvieran hechos en México.
(Con información de El Financiero)
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