Después de las declaraciones que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador contra el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), éste respondió que minar a los organismos autónomos es debilitar al Estado mexicano y significaría un retroceso democrático.
En un comunicado dado a conocer este viernes, el IFT defendió su existencia y los beneficios que ha brindado al país. Allí declara que “desaparecer o minar la autonomía de los órganos constitucionales autónomos, como el IFT, es debilitar al Estado mexicano, su especialización y rigor técnico. Representa, además, un retroceso en la construcción de la democracia en nuestro país”.
Además, advirtió que cualquier transformación a la que se le quiera someter implica reformas constitucionales así como en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, en el que también se estableció su autonomía frente al Poder Ejecutivo.
En su conferencia de prensa de este jueves, López Obrador dijo no saber cuánto cuesta el IFT ni cuál es su presupuesto, pero puso en pantalla su organigrama para fustigarlo. Antes se había referido a los órganos autónomos como “aparatos burocráticos”, de los que entre más haya “menos dinero le llega al pueblo pues no hay para las becas, no hay para las medicinas, no hay para hacer el camino, no hay para darle mantenimiento a la escuela”.
En ese aspecto también se defendió el IFT, que aportó algunos datos importantes, como que en sus siete años de existencia ha beneficiado a los usuarios por 540 mil millones de pesos, lo que significa que, dice, “por cada peso que se destina al Instituto para su operación, la labor de este órgano regulador genera 47 pesos de beneficios a la sociedad mexicana”.
Sobre su costo el IFT también aclara que entre 2014 y 2020 su presupuesto ha mantenido una tendencia a la baja del 38.2 por ciento. Además, ejercerá mil 510 millones de pesos pero entre enero y septiembre del año pasado ingresó a la Tesorería de la Federación más de 23 mil millones de pesos.
López Obrador también señaló sobre el IFT: “Yo recuerdo que hablaban de que de esa manera ya no iba a haber monopolios en la comunicación, ¿y hay o no hay?”.
Al respecto, el IFT señaló que ha fomentado una mayor competencia, y mencionó que ha logrado una disminución de participaciones de mercado del agente económico preponderante en telecomunicaciones. Ejemplificó con el caso de la banda ancha fija, en el que pasó de una participación de mercado de 73 por ciento en 2013 a 50 por ciento en 2019.
Destacó, entre otras cifras, la disminución en el índice de precios de los servicios móviles, la reducción de la renta mensual de los planes de internet fijo y la desaparición de cobros de las llamadas de larga distancia nacional.
El presidente también afirmó que lo del IFT “lo hacía antes Comunicaciones, ¿y qué? El Ifetel cuando se creó, de cuando se creó a la fecha ¿ha hecho una muy buena labor?, o sea, ¿qué?, ¿ese trabajo no lo podría hacer la Secretaría de Comunicaciones?”. Y añadió que “resulta que en estos organismos tiene más injerencia, tienen más injerencia los actores preponderantes que el presidente”.
Sobre ese punto el IFT aclaró que su autonomía constitucional ha garantizado que sus determinaciones estén basadas “en la especialización técnica, ajena a intereses económicos y políticos, lo que ha permitido no sólo trascender gobiernos o presiones de agentes económicos, sino generar beneficios puntuales para toda la población”.
Y aclaró: “Este diseño institucional ha dejado atrás la época de los trámites de ‘doble ventanilla’, el papel de juez y parte, y la discrecionalidad en el otorgamiento de concesiones para dar paso a la participación de nuevos competidores en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, así como un uso más eficiente del espectro radioeléctrico”.
El IFT se manifestó dispuesto al diálogo y a un análisis serio de su labor para hacer una mejor institución dentro del marco constitucional.
