Desde su posición clave en una subsecretaría de Salud y ante el desafío planteado por la pandemia de Covid-19, Hugo López-Gatell adquirió una gran notoriedad al ser el encargado de informar de forma prácticamente diaria sobre el asunto.
Desde la función de vocero, que va mucho más allá de lo puramente científico y técnico, ha hecho diversas declaraciones más bien de carácter político sobre las que bien vale llamar la atención porque no son tan irrelevantes.
16 de marzo
Conferencia de prensa presidencial: una reportera pregunta a Hugo López-Gatell si, en caso de ser portador de coronavirus y al visitar una zona de alta marginación, el presidente López Obrador podría contagiar. El subsecretario respondió: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio. En términos de una persona, de un individuo, el presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que usted o yo”.
Ante la solicitud que varios partidos políticos le hicieron para que renunciara tras tal declaración, López-Gatell respondió: “Me llama la atención lo irritante que les resultó para un segmento de la población, específicamente ligada a los partidos políticos de oposición, que yo mencionara que el presidente tiene una enorme fuerza moral. Pues si ellos no lo consideran, supongo que tiene que ver con sus actividades políticas. Yo me ocupo de una materia técnica, tengo una responsabilidad técnica y la seguiré cumpliendo con toda mi energía y disposición y conocimiento”.
Pero López-Gatell no presentó evidencia ni elementos técnicos para explicar lo que significa “fuerza moral”.
26 de marzo
Durante su conferencia de prensa, el presidente López Obrador habló de cuándo México superaría la fase más grave de la epidemia: “De acuerdo a nuestros técnicos especialistas, científicos, el 19 de abril vamos a poder salir de la gravedad”.
Al voltear a ver, inquisidor, a López-Gatell, éste comentó: “Más o menos”.
El presidente comentó: “¿Qué dijistes? A ver, ven aquí”, y el subsecretario se levantó para tomar la palabra y hablar de desigualdad social, las problemas para el confinamiento, las medidas sanitarias y que llegaría la fase 3 de la epidemia. A dicho de López Obrador, afirmó que lo del 19 de abril era para entrar “más leve” a la fase 3.
Con un video que el subsecretario presentó en su cuenta de Twitter el 25 de junio intentó justificar que ese día no terminó el primer brote de Covid-19, como había sido su predicción. En el video se pueden ver fragmentos de intervenciones en las que López-Gatell ha dicho que “debemos estar preparados para una epidemia larga”. Los primeros corresponden a los días 7, 14, 19, 23 y 24 de marzo, antes de que dijera “más o menos”. El funcionario no se atrevió a aclararle el asunto a López Obrador (aunque hay que mencionar que el presidente lo escuchó del subsecretario el día 19, como se ve en el video. O el presidente no puso atención o no entendió; en todo caso, López-Gatell no se lo quiso explicar).
14 de abril
A la malintencionada pregunta de unos de los reporteros cercanos al gobierno sobre la “rabia” de “columnistas mercenarios”, López-Gatell respondió: “Yo sé de salud pública. Cuando habló de rabia, me hizo pensar en la enfermedad infecciosa causada por el virus de la rabia”.
8 de mayo
Tras la aparición, en cuatro medios extranjeros, de notas sobre el subregistro de fallecimientos por Covid-19 en México, López-Gatell dijo que le llamaba la atención que justo en el día señalado por sus proyecciones como el pico de la epidemia en la Ciudad de México “aparecieran de manera casi sincrónica estas cuatro notas”.
No sólo eso, sino que prácticamente acusó que esos textos recibieran “una amplia difusión por varios protagonistas de las redes sociales, la mayoría de ellos (los más activos), individuos ligados a administraciones anteriores, a los negocios de la industria farmacéutica y de los insumos, en general de la industria de la salud, y unos cuantos con aspiraciones políticas que ya comienzan a cobrar notoriedad”.
Añadió: “No estoy considerando que esto necesariamente sea así, pero sí llama la atención la sincronía”.
Después él sí actuaría con sincronía.
27 de mayo
En una comparecencia ante senadores, a la pregunta de la legisladora panista Alejandra Reynoso sobre por qué no había corregido algunos dichos equivocados de López Obrador, el subsecretario respondió que “usted posiblemente —no lo asumo— lo toma nada más como una posibilidad. Tiene poca familiaridad con el sistema nacional de salud dado que su campo de experiencia está en el campo de las ciencias de la comunicación y relaciones exteriores”.
Continuó la arremetida: “Cuando usted me hace preguntas que están prefabricadas u orientadas a asumir verdades inexistentes, como hablar de errores del presidente, como hablar de arrepentimiento o cuando habla deliberadamente de mentiras, pues simplemente priva lo que seguramente muchos de ustedes conocen como la carga de la prueba”.
Tras el anuncio del regreso a las giras de López Obrador, Lopez-Gatell dijo al respecto: “El presidente, desde el punto de vista biológico, es un ser humano como somos cualquier otro y tiene las mismas condiciones potenciales de ser afectado por Covid o por cualquier otra condición de salud de acuerdo a sus características individuales, que son materia de su persona y que las atienden sus médicos particulares que le atiende a él”.
Ya no hubo mención de ninguna “fuerza moral”.
1 de junio
Ante la denuncia de misoginia por parte de la diputada Reynoso, López-Gatell se disculpó sin aceptar culpa, al estilo de quien no quiere hacerlo: “Si alguien se siente ofendido y pide una disculpa, ese alguien tiene derecho a que se le dé una disculpa. Yo no voy a cuestionar si es válida o no su percepción de que fue ofendida”.
Antes de eso, había dicho: “No es mi intención ofender a nadie, además de que respeto la separación de poderes… No tengo intención alguna de ofenderla ni a ella ni a nadie. Le pido una disculpa a la senadora Noemí Alejandra Reynoso Sánchez del PAN; le pido una disculpa si le ofendí, créame que no fue mi intención”.
La panista expresó su reconocimiento a la disculpa del subsecretario.
20 de junio
Después de la publicación de un reportaje de las propiedades inmobiliarias de la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y de su esposo, el locutor John Ackerman, López-Gatell actuó en perfecta sincronía con otros funcionarios para cerrar filas.
El subsecretario publicó en su cuenta de Twitter: “Las campañas de desinformación contra la Dra. Irma Eréndira Sandoval @Irma_Sandoval y su familia provienen de los grupos de interés que se resisten a la eliminación de la corrupción ¡Mi reconocimiento y absoluta confianza en nuestra Secretaria! @SFP_mx”.
Hasta ahora la información no ha sido desmentida, pero cabe resaltar que la relación de López-Gatell con la prensa puede ser un capítulo aparte.
9 de julio
Es publicada una entrevista con BBC Mundo en la que declaró: “El éxito no es que se muera la gente; ojalá no se muriera una sola persona. Pero el éxito consiste en haber logrado el objetivo de que nadie se muera por no recibir atención médica”.
“Muchos tienen la aspiración frustrada de que no vieron aquí las escenas dramáticas que se vivieron en loa países europeos occidentales. Esperaban ver cientos de miles de muertos; esperaban ver morgues llenas y rebosantes”.
Sin embargo, en un reportaje de La Crónica de Hoy se afirma que 69 por ciento de los pacientes de Covid-19 fallecieron sin haber sido atendidos en la Unidades de Cuidados Intensivos que fueron habilitadas para la atención de la Covid-19. Y hay notas periodísticas de personas que no fueron atendidas en los hospitales.
12 de julio
En la presentación del informe sobre Covid-19, López-Gatell afirmó: “El riesgo no es para mí, ni para el presidente ni para el gobierno: el riesgo de que repunte la epidemia es para todos y todas ustedes. Y la solución depende de la contribución corresponsable (corresponsable es la responsabilidad compartida, es la responsabilidad de muchos). Y destaqué la responsabilidad de los municipios, la autoridad municipal, de los estados del gobierno federal, de la población, del sector público, social y privado. Lo destaqué así”.
No se entiende por qué el repunte de la epidemia no es un riesgo para el gobierno y ni siquiera para López-Gatell (es un divorcio grave el que plantea el funcionario), ni tampoco mencionó ni aclaró los grados de responsabilidad de todos los actores relacionados con el combate a la pandemia.
Por la tarde el presidente López Obrador mencionó que existe una campaña contra López-Gatell. Este, por su parte, dijo lo siguiente: “Yo soy irrelevante. En realidad si se trata de un… este fenómeno de la infodemia, este fenómeno del ataque, de generar confusión, de generar intriga, de generar confrontación, no es hacia mí: es hacia todos ustedes”.
Cuando un reportero le preguntó si asumirá la responsabilidad histórica por el manejo de la pandemia, López-Gatell no estuvo muy dispuesto a destacar su relevancia: disertó sobre las atribuciones que a los funcionarios dan la Constitución, las leyes y los reglamentos, el progreso de la ciencia y la técnica, otro regaño a un par de medios por su “visión primaria”, y que los funcionarios se desempeñan “con el mejor empeño, con la mejor dedicación, con amor a este país y a todas sus personas que viven en él siguiendo escrupulosamente la ley, la técnica, la ciencia, y en ese sentido no dejaremos de hacerlo”.
En el informe que presentó hoy, López-Gatell reportó que en México los casos confirmados de Covid-19 son 299 mil 750, mientras que el número de defunciones es de 35 mil 6. Esta cifra de decesos por Covid-19 fue la que el 4 de junio López-Gatell dio a la Junta de Coordinación Política como proyección para el primer ciclo epidémico.
En esa ocasión el subsecretario también puso otro escenario, “catastrófico”, que es de 60 mil muertos (la Universidad de Washington calcula 52 mil para el 4 de agosto y 88 mil para el 1 de octubre). Al parecer y lamentablemente, México va por ellos.
Y tan tan.
