Desde junio de 2020 Hugo López-Gatell advirtió contra el uso de la ivermectina en el tratamiento de la Covid-19. Sin embargo, ahora justifica su utilización posterior, para defender la política pública de reparto de kits contra esa enfermedad por parte del Gobierno de la Ciudad de México.
El 19 de junio de 2020, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud dio a conocer en su cuenta de Twitter un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el que anunció de la siguiente forma: “La @opsoms explica en este documento que la ivermectina no debe ser usada para el tratamiento de #COVID19”.
El documento de la OPS que reprodujo tiene un título tajante: “Advertencia: La ivermectina no debe ser usada para el tratamiento de COVID-19”. Allí, para empezar, se hace referencia a un estudio y dos publicaciones preimpresas que informaban de una supuesta utilidad de ese medicamento para el tratamiento de la enfermedad referida, pero señaló que ni fueron revisado por pares, no publicados formalmente y uno de ellos incluso retirado.
Además, el documento añadió que de una revisión que la organización hizo de diversos estudios de la ivermectina encontró que “tenían un alto riesgo de sesgo, muy poca certeza de evidencia y que la evidencia existente es insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños”.
Mencionó que, aunque continuaban las investigaciones sobre la ivermectina, la Organización Mundial de la Salud la había excluido de su estudio Solidarity, que buscaba un tratamiento efectivo contra la Coivid-19.
La OPS resaltó que un comité de expertos halló que los resultados del medicamento referido no acreditaban beneficio clínico para reducir cargas virales de Covid-19. Y también advirtió: “La ivermectina se está usando incorrectamente para el tratamiento de esta enfermedad”.
El documento concluye: “La OPS desaconseja firmemente el uso de ivermectina para cualquier otro fin diferente de aquellos para los que está debidamente autorizado”.
En la conferencia de prensa presidencial de este martes, López-Gatell olvidó mencionar su recomendación de junio de 2020 y se fue a lo institucional: dijo que en su guía de lineamientos para atender el Covid-19 fue hasta agosto de 2021 (un año y dos meses después de la advertencia de la OPS) cuando “explícitamente (sic) recomendamos no utilizar ivermectina porque en ese momento ya había un cúmulo importante de evidencia científica a nivel mundial que permitía identificar que no había muestras de utilidad suficiente, igual que otros medicamentos que están ahí establecidos”.
La @opsoms explica en este documento que la ivermectina no debe ser usada para el tratamiento de #COVID19. pic.twitter.com/YSbCM3dQyh
— Hugo López-Gatell Ramírez (@HLGatell) June 20, 2020
Pero eso lo había replicado él desde junio de 2020, y cabe preguntarse si la evidencia no debería haber sido en sentido negativo, sino positivo, para utilizarla: que la ivermectina efectivamente sirviera clínicamente para la atención de la Covid-19, lo cual fuera avalado por estudios científicos rigurosos.
Pese a ello, López-Gatell se unió a las líneas de defensa del estudio de Oliva López, José Merino y otros, y de la política pública (entrega de kits con medicamentos para atender la Covid-19) que justificaron con aquél: que no fue un experimento y que los medios de información han distorsionado el asunto al alegar que se requería el consentimiento de las personas.
Según López-Gatell, después de la aparición de la guía en la que no recomendaban el uso de ivermectina, el gobierno capitalino lo asumió.
Cuando se le insistió sobre si es conveniente incluir en kits medicamentos cuya eficacia contra una enfermedad aún se está investigando, López-Gatell respondió con una apología del uso de la ivermectina para combatir… parásitos.
Para redondear la defensa del asunto del uso de ivermectina contra la Covid-19 pese a carecer de evidencias y sin cumplir con mínimos requisitos científicos ni éticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se trata de una campaña del bloque conservador, en este caso a cargo de dos revistas, Nexos y Animal Político, “que recibían dinero del gobierno anterior”.
Nada nuevo.
