Para enfrentar las elecciones de 2024, la Ciudad de México es un foco rojo porque se perdió la mitad de ella. Además, a nivel federal se debe revisar la estrategia de seguridad, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya hecho buen diagnóstico, consideró el senador Ricardo Monreal.
En una entrevista concedida a Miguel Quintana para RID TV, el político zacatecano habló sobre sus perspectivas sobre la sucesión presidencial, su proyecto y el mecanismo de su partido para elegir a su aspirante.
Entre sus preocupaciones se encuentra la situación de Morena en la capital del país, la que le genera inquietud: “La Ciudad de México a mí me preocupa mucho, porque siendo un bastión de izquierda desde hace más de 20 años, desde que ganó Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, hasta esta fecha, no se había perdido nada. Y con el presidente más emblemático, más carismático, se pierde la mitad de la ciudad. Por eso digo que no hay que confiarse, porque la Ciudad de México está en una posición difícil para la izquierda, para Morena, porque la gente de la Ciudad de México está muy politizada. La gente es muy pensante e informada”.
Por ello consideró que se trata de “un foco rojo”, pero esa situación también le afectó sus aspiraciones presidenciales y su relación con López Obrador, pues señaló una suerte de conspiración en su contra desde las elecciones capitalinas de 2021: “Entiendo que a mí la intriga palaciega me afectó desde que se me responsabiliza de la pérdida de las alcaldías de la Ciudad de México. Fue una intriga palaciega porque allí hay una responsable; no soy yo el responsable, yo no gobierno la ciudad y no soy dirigente del partido, y desde allí se me responsabilizó. Entonces hubo una ausencia, y hubo un aislamiento y frío en Palacio. Pero yo he aguantado y voy a resistir”.
Otro tema que preocupa a Monreal es el de la seguridad, sobre el que la estrategia actual debe revisarse. Consideró que si bien el diagnóstico que hizo López Obrador desde hace cuatro años es correcto, que es atender las causas que originaron la descomposición social, “de momento tienes que enfrentarte a lo que está pasando, y la verdad es que el crimen organizado, la delincuencia ha avanzado: sí hay cobros de piso, sí hay extorsiones, sí hay una lucha seria de la delincuencia contra el Estado y, sobre todo, contra los ciudadanos, contra los empresarios, contra aquellos que tienen su trabajo honesto”.
“Creo que se deben mejorar la estrategia y la táctica que se están usando contra la delincuencia organizada. No puedes tratar igual al delincuente que a la víctima. Ambos tienen derechos humanos, sí, pero no puedes darles el mismo trato y colocarlos en el mismo plano”, afirmó.
Respecto al proceso de Morena para elegir candidato presidencial, insistió en que no cree en las encuestas que hace Morena, “porque esas están manipuladas. Yo prefiero una elección directa, una consulta donde la gente opine o vote, o elecciones primarias a través de comités distritales o a través de asambleas distritales”.
Al recordar que renunció al PRI porque no había cauces democráticos, comentó: “Si Morena se cierra, ¿qué puedes hacer? Voy a hacer lo que la gente quiera, lo que la gente decida”. Y advirtió: “Mi límite es la dignidad; cuando el trato es malo, te excluyen, te expulsan, te insultan, es como en todo (…) Cuando ya no hay condiciones de mantenerte en una actitud sana, racional, en una buena vecindad, en una buena armonía, pues no tiene ningún sentido ya”.
Sobre la posición de López Obrador acerca de la sucesión presidencial, mencionó que el aspirante de Morena a la candidatura más mencionado por López Obrador es Marcelo Ebrard, después Claudia Sheinbaum y luego Adán Augusto López Hernández. Sobre las muy pocas veces que ha hecho referencia a él, dice que el mandatario sabe que “si me menciona, me disparo”. Reconoció que “las simpatías se cargan hacia donde él quiere”, pero también que tiene que enfrentar la decisión presidencial de no hacerlo.
“Ni me voy a rajar, ni me voy a dejar”, expresó.
Sobre las menciones a las “corcholatas”, Monreal consideró que el presidente ideó ese mecanismo para “monopolizar la conversación sobre la sucesión”, por lo que no se habla más de quienes menciona, pero que él se está metiendo a fuerza de habilidad, de entusiasmo y de tesón.
“Voy a ir hasta donde la gente quiera. No voy a declinar, no ando buscando puestos de consolación ni ando buscando un acomodo, porque luego en la política sucede eso (…) ‘Bueno, denme algo y ahí muere’. No es así”, advirtió.
Se comprometió: “Quien esté con nosotros, no lo voy a traicionar; voy a ir hasta el final”.
Del proyecto de nación que está proponiendo, Monreal dijo a Quintana que “sí estoy luchando por suceder al presidente, pero tengo mi propia versión de las cosas, tengo mi propio criterio”, y explicó que algunas las profundizaría, como el cambio de régimen, separación del poder económico y el político, la política social y la continuación de los programas de apoyo.
Procuró distinguirse del actual presidente: “Lo que intento ser es el presidente de la reconciliación nacional. Yo no creo que sea necesaria una confrontación permanente, no creo en una polarización totalmente permanente”. Agregó que esos contrastes se dan en épocas electorales, cuando se confrontan programas de gobierno, “pero una vez que ganas, una vez que la gente decide (…) allí debes de cesar el proceso del contraste y buscar caminos de entendimiento con todos los sectores, porque todos son indispensables”.
