Es el mundo al revés. Oceanografía, contratista de Pemex, defraudó a Banamex por casi 500 millones de dólares en 2014. Le pidió préstamos cuando no contaba con las garantías suficientes para pagarlos, pero le hizo creer que sí. Para Banamex fue un boquete, del cual tuvo que aceptar millonarias pérdidas por cartera vencida en ese año, y hasta tuvieron que dejar sus puestos los más altos cargos directivos.
Siete años después, Oceanografía, la cual hoy está quebrada y en concurso mercantil, se hace la víctima y demanda a Citibanamex por la locura de hasta 30 mil millones de dólares.
Parece una demanda oportunista, donde los abogados de Oceanografía, y su principal inversionista, Amado Yáñez, al ver la venta de Banamex, pudieran aprovechar el momento de la operación. Ya sabe, ser la piedra en el zapato de la transacción, y entonces exigir una suma para dejar que el proceso de licitación siga su curso sin contratiempos.
Es muy extraño que a Oceanografía le permitieran una medida cautelar en contra de la venta de Banamex. Quizá por eso el mismo juez, Mario Salgado Hernández, por si acaso, le solicitó a Oceanografía y, por lo tanto, a Amado Yáñez, poner sobre la mesa una garantía de 260 millones de dólares.
Los abogados de Citibanamex están tranquilos con el caso: Oceanografía hoy en día es un cascarón, su principal inversionista, Amado Yáñez, está libre bajo fianza. Pero no deja de ser curioso que pudiera frenar, por lo menos momentáneamente, la venta de Citibanamex a través de la medida aprobada por el juez septuagésimo primero de lo Civil en la Ciudad de México, el ya citado Mario Salgado.
Esta demanda, que busca frenar la venta de Citibanamex, se da justo cuando hay muchos potenciales compradores: Banorte, Azteca, Inbursa y un grupo regiomontano. O también los brasileños interesados, como Itaú, o algunos otros con matriz extranjera, pero con presencia en México. Y ahí es donde viene la demanda de Oceanografía. Es el mundo al revés, Oceanografía fue la que defraudó a Citibanamex por 500 millones de dólares.
IFT, POR EVITAR LEY MORDAZA
La CIRT está preocupada, y con mucha razón, por la posible ley mordaza que pudieran traer los lineamientos de derechos de audiencias.
Adolfo Cuevas, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, nos confirma que ellos buscarán la participación de la sociedad y de la industria (se entiende que de la CIRT, es decir, radio y TV abierta), en los nuevos lineamientos del instituto.
Cuevas llama al Congreso a una legislación incluyente, donde se garantice la libertad de expresión.
El temor de la industria es tener un órgano autónomo sin dos comisionados, que le pudieran imponer los lineamientos.
Es sano ver que Adolfo Cuevas también ve prácticamente imposible separar la información de la opinión en radio y TV abierta. El derecho de audiencias no tiene que ser a espaldas de la industria.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 24 de enero de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
