1. En todo y nada al mismo tiempo, dependen de lo que les diga su jefe.
2. En que si cuestionas a su jefe lo estás agrediendo y ellos no lo van a permitir. Y entonces te agredirán por tu apariencia física o por cualquier cosa menos por lo que dices.
3. En que, como ellos tiene una fe, tú debes tener la misma y si no la tienes es que otro jefe, éste por necesidad un malhechor, te paga para que hagas todo eso.
4. En que la pluralidad no existe. Lo único que existe son bandos, el de los buenos y el de los malos. Cualquier matiz es sospechoso.
5. En que, como dijera Voltaire, si ellos están dispuestos a hacer todo por dinero, lo que haga cualquier persona también es por dinero o porque está muerta de hambre.
6. En que, como perros con rabia, hay que despedazar al emisor de una información o una noticia que no les gusta. Pero nunca discutir la noticia o la información que no les gusta.
7. En que, al despedazar al emisor de una noticia o información, acaban con la noticia y la información. Tontos, en realidad la magnifican.
8. En que si tú anotas el error de su jefe te van a tratar como si fueras tú quien cometiste el error y no su jefe. Para que nunca más vuelvas a cometer el error de cuestionar un error de su jefe.
9. En que deben gruñir y ladrar pero no hablar porque el diálogo los exhibe en toda su miseria.
10. En que todo se vale hacer siempre y cuando sea en favor de la causa que significa la destrucción del otro.
