Rogelio Ramírez de la O definió el futuro de Pemex, hoy por hoy el talón de Aquiles de las finanzas públicas mexicanas. La 4T no intentará una reforma constitucional. El presidente López Obrador y Ramírez de la O mantendrán a Petróleos Mexicanos como empresa productiva del Estado, pero a la cual le brindarán todo el apoyo financiero y aquí viene el nuevo ingrediente, como apoyo técnico.
Sí, como lo lee, Hacienda entra de lleno a ver proyectos con Petróleos Mexicanos.
Vaya, siempre se ha sabido del trabajo de Hacienda con la petrolera, pero en esta ocasión, Ramírez de la O encuentra una veta de oportunidad para aprovechar proyectos micro y reingenierías que pueden ser realidades de mayor eficiencia.
Esta definición la dio a conocer el secretario de Hacienda en el foro con la agencia calificadora Moody’s, donde a pregunta expresa de si el gobierno garantizaría la deuda de Pemex, señaló que no, porque es una empresa productiva del Estado y el gobierno no puede asumir esa deuda.
En cambio, habrá un apoyo total a la petrolera dirigida por Octavio Romero.
“Queremos ser muy enfáticos, recalcar al mercado, a los analistas y al Congreso de que el gobierno está en plena posición para seguir apoyando a Pemex”.
Sólo que a diferencia de cómo venía dándose ese apoyo, sobre todo financiero, ahora Hacienda entra hasta la cocina de Petróleos Mexicanos: llevará adelante proyectos micro en conjunto con la petrolera.
Hacienda dará retroalimentación en Pemex de dónde encontrar valor agregado. Y no, no buscarán una reforma constitucional.
Interesante postura: ¿será que la 4T veía riesgos al asumir el gobierno como suya la deuda de Pemex?
Como sea, es una buena oportunidad para que Pemex, después de perder oportunidades, comience proyectos de mayor valor agregado y reingenierías en sus procesos que lo hagan más productiva.
¿Quién lo diría? Hacienda, de manera inteligente, se fue por lo pragmático: mantener a Pemex como empresa productiva del Estado y no regresarla a ser monopolio.
ANCIRA: AMLO LO TRAE MUY CERCA
Por la cabeza de Alonso Ancira, el dueño de Altos Hornos de México, desde luego pudo haber pasado no pagar los 200 millones de dólares que le obliga la Fiscalía General de la República, para resarcir la compra abultada de Agronitrogenados.
Ancira es un especialista en andar en la cuerda floja. Cuando le debía más de dos mil millones de dólares a los bancos, se acogió a la Ley de Quiebras. Cuando Hacienda lo acusó de defraudación fiscal, se fue a Israel. Y ahora… no le paga a Pemex.
El presidente López Obrador, después de ventanear las relaciones políticas de Ancira con Rubén Moreira, el diputado hoy presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, o con el exsenador Manlio Fabio Beltrones, le mandó el mensaje: no creas Ancira que vas a pasar el sexenio sin pagar.
Por lo pronto, la FGR está muy atenta.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 03 de septiembre de 2021. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
