En lo que somos “una mafiocracia en expansión”, la consulta sobre expresidentes, el quién es quién del miércoles… la realidad aplastante es que todos los que pueden están sacando de México sus ahorros, inversiones o capitales. Resguardan su lana afuera.
O la gastan para vacunarse en Estados Unidos, porque aquí el gobierno tarda y, además, se le extraviaron 19 millones de dosis. Por ejemplo, mexicanos pagaron 325 millones de dólares de marzo a mayo para vacunarse en el país vecino.
De manera clasista, en el gobierno le llaman “turismo de vacunación”, pero no son ricos (ni que hubiera tantos) todos los que salen para vacunarse. Según datos del Consejo Nacional Empresarial Turístico, en dos meses hubo 905 mil 487 viajes.
Es dinero que se va de México, aunque ese de las vacunas es peccata minuta comparado con los más de 300 mil millones de pesos que, de acuerdo con el Banco de México, se han llevado del país los inversionistas extranjeros.
La cifra es de terror, porque supera la que se escapó del país, durante el Error de Diciembre de Zedillo en 1994, cuando fueron apenas 83 mil 507 millones de pesos. O sea, el Error de Diciembre es un niño de teta comparado con lo de hoy.
Sin embargo, esa fuga de más de 300 mil millones de pesos tiene origen casi total en la cancelación del aeropuerto de Texcoco, considerada por Financial Times como “la peor estupidez de un presidente en la historia económica”.
El NAIM estaba construido en un 30 por ciento y tenía invertidos 100 mil millones de pesos de empresas (en su inmensa mayoría mexicanas) y su cancelación ya está siendo pagada con nuestros impuestos: un pago que debería acabar dentro de 26 años.
Pero hay un dinero que sale a cuentagotas del país que no tiene qué ver con el miedo a morir por Covid-19 ni con la “peor estupidez” de Texcoco: es el dinero de los ahorros de decenas de miles de personas asustadas por el desastre que ven aproximarse.
Es lana de ciudadanos mexicanos que transfirieron a cuentas bancarias en Estados Unidos 21 mil 88 millones de dólares, en los primeros dos años de la actual administración, que promueve oficialmente la estatización de la planta productiva nacional.
Se trata de información oficial de la Reserva Federal de Estados Unidos, según la cual, las cantidades no han dejado de aumentar desde noviembre de 2020. Mientras, aquí el gobierno hará el primero de agosto una consulta para juzgar al pasado.
Al pasado que extendió notablemente a la clase media mexicana, a la cual, sólo este año, se le regresaron a la pobreza 10 millones de miembros.
Sí: como de Locos Adams.
