El lío en la Cámara de Senadores lo provocó el PRI. Todo se remite a la propuesta de una diputada del tricolor que fue ponerle las cosas a modo al Presidente y a Morena, lo que llevó a que en San Lázaro los legisladores priistas aprobaran casi en automático una propuesta que no había sido consensuada en su partido.
En la Cámara de Diputados el PRI echó a andar su precaria maquinaria, lo cual fue suficiente para lo que necesitaba Morena, aprobar que los militares se quedaran en las calles hasta el 2028.
Ni por asomo se preguntaron por lo que ha pasado estos años con las Fuerzas Armadas en las calles. Nadie puso en la mesa la posibilidad de revisar qué podría pasar en 2028, incluso qué podría suceder con el cambio de estafeta en 2024. Se echó a andar la maquinaria para aprobar una propuesta que a Morena auténticamente le cayó de rebote sin analizar las consecuencias que podría tener, quedó la impresión de que lo que se trataba era quedar bien con el Presidente, tan fue así que en las mañaneras el PRI fue ponderado como no se había hecho a lo largo del sexenio.
Por más que Morena y el gobierno movieron sus tentáculos no les alcanzó para que en medio de la vendimia política tuvieran los votos para aprobar la propuesta de la diputada priista, a quien se le están acabando sus 5 minutos de fama.
Un elemento favorable es que en el Senado se equilibraron las fuerzas. Las presiones estuvieron a la orden del día, a lo que se sumó algo inoportuno e imprudente, nos referimos al tuit del embajador de México en España y exgobernador de Sinaloa exhortando o presionando, según se quiera ver, al senador Mario Zamora.
Al no tener Morena capacidad de maniobra para que se aprobara en el Senado la propuesta, encontraron una solución al mandar el documento a comisiones. La estrategia más bien pudiera buscar dos salidas.
Por un lado, tratar de encontrar cautos senadores con pasado que les condene para que aprueben la propuesta. Por otra parte, podría darse un ejercicio de autocrítica y consulta para cambiar el documento original de tal manera que tuviera un consenso mayor. No pareciera ser éste el camino por el que quieran transitar; sin embargo, bajo las condiciones en que quedó el Senado se pudieran abrir diversas posibilidades.
Lo que es un hecho es que la propuesta quedó en el aire. Quizá confiaron en exceso en las obvias presiones a algunos senadores, lo cual les daría el número de votos que necesitaban menospreciando a los legisladores; como se dijo ayer en el pleno, “no les alcanzaron los votos”.
Derivado de lo que sucedió, el PRI queda bajo una mayor confrontación de la que ya estaba. Habrá que ver qué justificación encuentra el presidente del tricolor para explicar lo que muy probablemente ofreció y más tratándose de un documento hecho en su propio partido.
Alito en algún sentido, de nuevo, no les cumplió. En el caso de la Reforma Eléctrica su decisión acabó teniendo reconocimiento no sólo de Va por México, sino de su propio partido, se ha dicho que esta decisión es la que lo tiene contra las cuerdas.
Su liderazgo se fortaleció en aquel momento porque apareció como un líder opositor, a pesar de los muchos cuestionamientos que a lo largo de su gestión ha tenido, tanto dentro como fuera del PRI.
Sin embargo, por las condiciones que se quiera su perspectiva cambió. No cabe la disyuntiva del narco o el Ejército como en su momento lo demostró Rubén Moreira en sus tiempos de gobernador de Coahuila.
En 10 días se asegura se volverá a discutir el tema. Esperan “convencer” a algunos senadores para alcanzar el número, como están las cosas parece que de nuevo podría suceder que no les alcancen los votos.
RESQUICIOS.
La invasión rusa a Ucrania está entrando en terrenos de alto riesgo no sólo de carácter regional. El conflicto ha venido escalando y más porque Rusia sabe que está perdiendo espacios. Ayer Putin convocó a la reserva de su país y puso en la mesa a las armas nucleares.
Este artículo fue publicado en La Razón el 22 de septiembre de 2022. Agradecemos a Javier Solórzano su autorización para publicarlo en nuestra página.
