Es cierto, los seres humanos nos hemos ensañado con el resto de las especies que cohabitan este planeta y ellos viven bajo nuestro autoritarismo. Los usamos para carga, como sustento, como compañía obligatoria y a cambio, quienes tienen un poco de caridad, les dan un buen trato. Pero ahora PETA, la organización que defiende los derechos de los animales, propone que se retiren todas las expresiones coloquiales que hacen referencia a los animales y el maltrato, pero también porque, según ellos, hay homofobia y racismo subyacentes. ¿Será cierto?
“Agarrar al toro por los cuernos”, significa que se debe enfrentar un gran problema sin miedo, no es necesario ser torero, pero ayudaría.
“Matar el oso a puñaladas”, violencia sexual y ausencia de depilación en las partes íntimas femeninas.
“Buscarle chichis a las hormigas y a las culebras”, ociosidad y procacidad en grados superlativos, y obsesión sexual con las glándulas mamarias.
“Mosquita muerta”, persona que finge ser candida y pura, pero en realidad es una lagartona, ¡ups!
“Cintura de gallina”, ausencia de fajas y crítica a los estereotipos de belleza, por lo regular, este insulto lo dice quien carece de esa “cinturita de avispa”.
“El mal del puerco”, sensación de fatiga, cansancio e imposibilidad de realizar cualquier actividad, después de comer en exceso, la gula en todo su esplendor.
“Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, quien desaprovecha las oportunidades que le da la vida, frase hecha por alguien que seguramente tenía insomnio.
“Jalarle el cuello al ganso”, crueldad pura. (Ahí sí, apoyo a Peta)
“Oblígame, perro”, de muy reciente manufactura, retar a un oponente feroz aunque seas un gnomo.
“Estoy hecho un cerdo”, autocrítica y aceptación de la pérdida de la figura escultural, sirve de consuelo compararse con otro gordo, para compartir la tristeza.
“Te pusieron como lazo de cochino”, no se ahorraron en insultos para ofenderte o bien , para describirte.
“La mona aunque se vista de seda, mona se queda”, la belleza es superficial, pero la fealdad cala hasta los huesos; tal vez por eso, la industria de la cosmética es tan exitosa.
“Gallina vieja hace buen caldo”, gerontofobia, la idolatría por la juventud y la falta de reconocimiento a las personas de la tercera edad; canitas al aire, o bien, el abuso al “sugar daddy”.
“Manita de puerco”, violencia física, inmovilizar al adversario con una llave, el manicure arruinado.
“La misma gata pero revolcada”, no es lo mismo igualdad que ser iguales, si hasta entre los perros hay razas.
“Gato por liebre”, engaño, pero se quita responsabilidad a quien no sabe diferenciar una cosa de otra, es clasista, pobres gatos.
“Como burro en primavera”, juventud, divino trasero, cuando el Viagra te da risa porque todo funciona a la perfección.
“Aquí hay gato encerrado”, un misterio, algo que no cuadra, la sensación de que le están viendo la cara de tonto, abuso, el gato podría terminar muerto de aburrimiento, como lo demostró Schrödinger.
“Hay pájaros en el alambre”, gente chismosa, metiche, entrometida, voyeuristas, ellos no piden “send nudes”, ellos toman las “nudes”.
“Me hicieron de chivo los tamales”, apropiación de las labores culinarias, infidelidad y gusto por los sabores intensos.
“No te gira el hámster”, incapacidad para reconocer que hay gente que es menos rápida para pensar, insulto que da vueltas en la cabeza de quien no lo entiende.
“Me extraña que siendo araña, te subas por el elevador”, crítica a la falta de ejercicio, el ojo en la paja ajena, es lo malo de vivir en ciudades donde predominan los edificios.
“Me canso ganso”, reto a uno mismo, se corre el riesgo de quedar mal ante los demás si el ave decide tomarse un descanso, explotación aviaria.
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