1. Atiende primero los reflectores y luego el discurso: decide el discurso para tener reflectores.
2. Comenta que Hugh Hefner fue un maldito millonario a costa de promover a la mujer como objeto. (Por favor, no le hablen de Hefner como periodista y su papel frente a la censura y el impulso de la libertad de las mujeres para hacer con su cuerpo lo que quieran porque es demasiado para él o porque no lo va a comprender porque no le conviene comprenderlo, eso lo aleja de su público)
3. Proclama que el homicidio de todas las mujeres es feminicidio (porque como dije lo suyo son los reflectores).
4. “Pero cómo se atreve Marta Lamas a sugerir que el feminismo también es un asunto de hombres”.
5. No se mete para nada, o lo menos posible, con lo que sucede en Venezuela no lo vayan a excomulgar.
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6. Calla si se equivoca la prensa militante y habla cuando el yerro es de la oficialista (aunque tampoco mucho, ¿eh?, debe cuidar las relaciones, o sea nunca canta el tiro derecho).
7. Dice las cosas fáciles para poner la decisión en el respetable (que es la suya), por ejemplo si llueve y quiere criticar a Miguel Ángel Mancera escribe algo así como “¿las inundaciones fueron por la gran cantidad de agua que cayó o por la falta de un alcantarillado eficiente’”, y enseguida legiones exponen lo obvio como si revelaran el santo grial y cargando al autor de la pregunta con varios ¡hip, hip, hurra!
8. Cuestiona al gobierno y nunca, o casi nunca, a los opositores. Ahora mismo, ¿ustedes creen que criticarán la ceremonia esa en Chihuahua donde un niño rezó por AMLO frente al mismo AMLO quien, aquiescente, escuchó que el niño de pedía al Señor que le diera la fuerza del Águila para luchar contra la dictadura en México? No, para nada, ese no será su tema.
9. Critica a las universidades privadas y jamás a las públicas, eso no es de bien portados.
10. Aplaude entusiasta notas como estas: “ONG denuncia que selfies con animales es crueldad” y se suma a la lucha contra la crueldad con los animales.
11. Ante todo es alivianado, nunca plantea un matiz ni se pone denso o tenso, la construcción de su imagen lo impide. Por eso además nunca entra a fondo en ningún tema (y sabe bien cuál es el momento de escurrirse de cualquier discusión que le comprometa).
12. Maneja bien los silencios, es un maestro. Sólo comenta los temas que le favorecen
13. Jamás dirá Puta, Negro o cualquier otro término que visibilice (sí, ajá) la discriminación. (A lo sumo dirá algo así como popó, chis o chichis y, ya muy pesado, “pilín”)
14. Prefiere a Clavillazo que a Tin Tan porque éste es un grosero que atiende a las mujeres como si fueran objeto
15. Si el PRI propone acabar con el financiamiento público de los partidos se lanza a la yugular, pues qué se está creyendo el partidazo, pero si propone lo mismo Morena, mejor se lanza por las caguamas.
16. Cree que todo es culpa del calentamiento global provocado por la “maldat” humana
17. Desde luego, come en los mejores lugares y la pasa haciendo relaciones públicas.
18. Nunca, pero nunca jamás, ustedes lo han visto, convocan al análisis en serio de algún tema: libros, música o algo un poquito denso porque lo pone tenso.
