Recomendamos: En cuestión de sexo, ¿calidad o cantidad?

Etcétera

Compartir

Aumentar la frecuencia de las relaciones no siempre significa más satisfacción. Más que un atracón, céntrese en cada bocado

El placer conlleva un proceso de aprendizaje. Cuando descubrimos algo que nos produce frenesí, como el chocolate o incluso el alcohol, nos dejamos llevar y tendemos a pensar que cuanto más consumamos, mejor. Sin embargo, con los años, más que recurrir a un atracón de bollería industrial o a una mini de calimocho, preferimos disfrutar del momento con un buen bombón de chocolate belga o con una copa de vino de Rioja. Empezamos a valorar la calidad sobre la cantidad. Lo mismo parece ocurrir con el sexo.

Si bien apreciamos una vida sexual activa, parece que en nuestra satisfacción no influyen tanto los números como lo agradable que haya sido –o no– la experiencia. Y es que a veces es preferible un único encuentro que nos deje extasiados que tener que repetir porque nos hemos quedado a medias. Eso es lo que se desprende de un estudio publicado en el Journal of Economic Behavior & Organization en el que un equipo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon de Pensilvania ha estudiado la relación entre el sexo y la felicidad. Y su conclusión es: si bien existe una importante relación entre ambos factores, nuestra felicidad sexual no depende exclusivamente de la frecuencia de nuestras relaciones.

Tal y como explica el New York Times, el estudio concentró a 64 parejas, de entre 35 y 65 años, a las que se asignó un número determinado de encuentros sexuales que debían cumplir. Una mitad debía continuar con su ritmo habitual, mientras que la otra tenía que incrementar la frecuencia al doble. Después de tres meses de experimento, se pedía contestar una encuesta en la que se pudo ver que el grupo con mayor frecuencia sexual no era más feliz, sino todo lo contrario. La explicación que los investigadores daban a este hecho era que el aumento de la cantidad de relaciones podría haber llevado a una disminución del deseo y del goce. Vamos, que te pueden encantar los canelones, pero cuando te propones tomarlos todos los días pierden un poco su gracia.

http://elpais.com/elpais/2015/07/28/buenavida/1438078109_325094.html?id_externo_rsoc=FB_CM

Autor