Dejar el papel, el reto inmediato para los periódicos

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En una época en la que el periodismo requiere de esfuerzos para reinventarse y de una ofensiva que se presenta para acallar a la crítica en estos espacios, un tema no ha sido considerado en este terreno. Nos referimos al futuro del papel como un soporte para transmitir información a los lectores, algo que impactará no sólo a medios impresos como diarios y revistas, sino incluso a la industria editorial. La tendencia de dejar al papel en beneficio de lo digital pudiera ocurrir antes de lo que pensamos. Se trata de algo que se podría acelerar por ciertas decisiones que se están tomando en estos momento.

Ya no hay papel

Una versión ha circulado recientemente en ciertas redes sociales. Esta apunta a que uno de los diarios de mayor circulación en el país estaría a punto de tomar la decisión de dejar la versión impresa en beneficio de su portal de Internet y redes sociales.

La versión apunta a El Universal y, de ser cierta, significaría un cambio que pudiera detonar medidas similares en otros medios, en una ruta que ya ha sido recorrida por etcétera, algo que debe ser objeto de revisión para aprender de este tipo de experiencias.

Para nadie es un secreto que los medios de comunicación en México atraviesan una severa crisis por la falta de financiamiento vía publicidad oficial, la baja en la publicidad privada y la competencia de las redes sociales.

Lo anterior ha significado la desaparición de algunos espacios, como es el caso reciente del diario Cambio de Michoacán, además de despidos, reducción de ediciones o la búsqueda de nuevas formas de ofrecer la información.

@revistaetcetera

Los impresos son vistos en muchas empresas como un gasto, necesario, pero un gasto al fin, que implica no sólo un diseño especial –con un equipo de diseñadores–, además de la imprenta y el personal que trabaja en la misma, así como la distribución y los voceadores. Cancelar la versión impresa o buscar una opción más económica es parte de los esfuerzos que para sobrevivir han emprendido algunas empresas periodísticas.

Y es una tendencia que se ha presentado incluso a nivel mundial.

Si bien México es un país que no se caracteriza por contar con medios impresos con grandes tirajes –Japón o Estados Unidos cuentan con diarios que tienen millones de ejemplares impresos diariamente–, alcanzar cien mil es muestra de un medio con gran alcance, algo que han podido presumir en su momento Excélsior, El Universal, Reforma, La Prensa, aunque publicaciones como Tv y Novelas o Tv Notas sí han llegado a alcanzar el millón de impresiones.

El Módulo de Lectura que levanta el Inegi correspondiente a febrero de 2019, muestra un disminución de porcentaje de los entrevistados que declaró leer, pues en 2015 mostraba un porcentaje de 84.2% y en 2019 había bajado a 74.8%.

Respecto a revistas, diarios, páginas de Internet, foros o blogs, la tendencia es similar a la comentada líneas arriba, pues pasó de 76.6% en 2015 a 67.7% en 2019, lo cual muestra que hay menos lectores en el país.

En contraste, el estudio sobre hábitos de los usuarios de la red en México realizado por la Asociación de Internet muestra que en 2019 se alcanzó una penetración del 71% de personas mayores a 6 años. El acceso a redes sociales, con 82% y principalmente a través de teléfonos inteligentes, es la principal actividad de los usuarios, siendo la búsqueda de información y la lectura de contenido relevante de los 10 primero rubros en esta clasificación.

Así, hay razones para abandonar al papel como soporte para medios informativos, como es el caso de diario y revistas, para cambiar a lo digital.

Pero hay que considerar algunos aspectos de este tipo de decisiones y las consecuencias de las mismas.

Una tiene que ver con lo que sucederá con las uniones de voceadores y todas la familias que dependen de esta actividad. Los puestos de periódicos podrían pasar a ser parte de las actividades que serán parte de la lista de recuerdos, enfrentando una reinvención necesaria para sobrevivir.

Otro elemento a considerar tiene que ver con la necesidad de aprender a ofrecer el contenido de acuerdo al dispositivo que eligen los lectores. Para muchos equipos periodísticos, una versión digital es un simple PDF de la revista o el diario, pero diseñado de la misma manera que la impresa. Pocos esfuerzos se han orientado a ofrecer algo que pueda ser leído de acuerdo a la pantalla que utiliza el usuario para informarse.

Y, algo ya abordado en este espacio, la manera en que se manejan redes sociales, pues en muchas empresas de comunicación, los equipos de redacción y de redes sociales no se relacionan y no comparten conocimientos o recomendaciones para enriquecer su trabajo, sin mencionar que para muchos periodistas las redes no son opciones para difundir sus trabajos.

¿Será esto el futuro inmediato para nuestros medios impresos, están las empresas periodísticas preparadas para afrontar este reto, los periodistas podrán afrontar este desafío?

Son preguntas que el futuro responderá.

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