jueves 14 noviembre 2024

Nuestros hijos

por Fedro Carlos Guillén

Al momento, la información con la que se cuenta es que un menor sacó un arma en el salón de clases del Colegio Americano del Noreste provocando cuatro heridos graves y uno fuera de peligro para luego dispararse y provocar su propia muerte. Es difícil explicar las razones que han producido este ataque, es probable que una de las hipótesis se pueda basar en problemas psicológicos pero sólo el tiempo y un mayor contexto nos permitirá entender mejor esta tragedia. Lo que sí podemos reflexionar es acerca de la cercanía que debemos tener con nuestros hijos, señaladamente en el período adolescente ya que sabemos que se encuentran inmersos en una serie de cambios fisiológicos y conductuales que requieren de información y un profundo acompañamiento que permita sortear los riesgos y las vulnerabilidades de esta etapa tan importante de la vida. No me atrevo a emitir un juicio pero sí a advertir que una situación de este tipo seguramente presentó síntomas previos; quizá ensimismamiento, aislamiento y conductas destructivas. Estas señales, en caso de estar presentes, son advertencias de que, en caso de no actuar, el riesgo de que escale y ocurra una tragedia como esta aumenta. No es un problema menor que el adolescente tuviera un arma en su poder y supiera utilizarla, alguien debía saberlo, quizá sus padres o compañeros, no lo sé. Lo que es un hecho que nadie advirtió sobre los riesgos de esta conducta y si lo hizo no fue escuchado.


No puedo describir la tristeza que me produce que esto ocurra. En un clima tan violento como el que hemos vivido los mexicanos en tiempos recientes es imperativo reforzar nuestro repertorio de valores trabajando activamente en la distinción de lo que nos potencia como familia y sociedad. A ustedes padres les sugiero hablar con sus hijos de los hechos, explicarles que la familia y los amigos son las principales redes de protección para evitar que algo así suceda. Estar atentos al uso de redes sociales de sus hijos y alertas ante cualquier señal de que algo no anda bien. La sola difusión de las imágenes nos indican el desvío que sufre nuestra sociedad ávida de imágenes horrendas que alimentan el odio y lastiman a los afectados. En estos momentos no puedo más que enviarle mi solidaridad a las familias afectadas y acompañar la tristeza de nuestros hermanos de Monterrey.

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