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El presidente de Venezuela Nicolás Maduro a través de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), decomisó el pasado fin de semana más de 4.7 millones de juguetes a la distribuidora local más grande del país, Kreisel.


En su programa semanal “En Contacto con Maduro”, anunció que la mercancía será distribuida a los “niños pobres” del territorio nacional por medio de un organismo del Estado.


Más tarde, afirmó que la compañía debería pasar a manos del "pueblo".



Una muñeca muy famosa había sido importada con dólares asignados por la República y el precio era 22 bolívares. La acapararon ahí, y la estaban vendiendo en 60 mil bolívares. Doble robo, robo a la República y robo al niño y a los padres”, denunció el jefe de Estado que cuestionó el futuro de la juguetearía: “¿Qué va a pasar con esta empresa? Al gabinete económico se lo dejo, al buró político se lo dejo, este gran capital, tiene 200 tiendas, los dueños salieron huyendo del país, cometieron graves delitos en el país. ¿Qué va a pasar?”, se preguntó el chavista.



Poco después el bolivariano consideró que “es una buena idea” fundar con los artesanos jugueteros venezolanos “una empresa de producción y distribución de juguetes nacionales con el apoyo de tecnología internacional china”.


La intervención de Kreisel se produjo, según el mandatario, después de que el Estado recibiera varias denuncias y especulaciones con los precios, por lo que Maduro aprovechó la época navideña para asegurarlos y posteriormente entregárselo a los niños “por una navidad feliz”.


Por otra parte, Kreisel no ha sido la única afectada por parte del régimen, Maduro, además, lanzó (desde inicio de mes) un ejército de fiscales y militares para imponer rebajas en más de 200 tiendas de ropa, zapatos y accesorios de Caracas, donde asegura que sus dueños habían aumentando los precios entre 300 y 500%.



"Nuestro presidente obrero nos ordenó garantizar los precios justos al pueblo y estamos cumpliendo. Estos sicarios económicos no podrán quitarnos unas Navidades felices", declaró William Contreras, jefe de la Superintendencia Nacional para Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), durante un operativo.



En tanto, los comerciantes, principales afectados por la medida, aseguran que esto "es arbitrario, es populismo puro (…) muchas tiendas quebrarán después de esta medida”. Mientras los usuarios se muestran felices por los descuentos y arrasan con los productos.




(Con información de Infobae, El Nacional y El Observador)


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