Recomendamos: Estados alterados, por Gil Gamés

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Gil desea que esto que va a escribir sea una exageración producto de las irresponsables compras del Buen Fin a 130 meses y ya no sin intereses. Ojalá que la boca se le haga chicharrón, pero como decía el clásico: cada cosa un problema. Vea usted sin compromiso alguno de los estados alterados de la República: primero la deuda, el despojo y el descarado robo de las cuentas públicas; un grupo de gobernadores cuatreros se despachó con el cucharón del pozole y dejó a sus estados en los huesos. Uno se encuentra prófugo, Javier Duarte; otro está tras las rejas, Padrés. Este ex gobernador tenía 120 caballos pura sangre, el destino lo convirtió en víctima del desmedido amor por los caballos, los adoraba; esa hipimanía, como le ha llamado Raymundo Riva Palacio, le costaba al erario entre 15 mil y 60 mil dólares por animal, sin contar a Mr. Pilot, extraordinario equino de un millón de dólares; total, el hipímano, a la sombra. Otros dos ex gobernadores, César Duarte y Roberto Borge, son investigados por la PGR (ah, una voz pasiva, qué alivio) por innumerables desvíos y anomalías financieras. La casa que se construyó Egidio Torre, ex gobernador de Tamaulipas, en San Pedro, Nuevo León, pudo costar hasta 340 millones de pesos. Casas delirantes por su tamaño, cuadras gigantes de caballos, yates, aviones, mansiones en Estados Unidos, cuentas multimillonarias en dólares. ¿Estamos locos? Gamés ha descubierto el hilo negro: la mente corrupta no puede detenerse, su codicia es una patología que siempre necesita más y más.


La colecta


Así las casas (muletilla patrocinada por Grupo Higa y, en general, por el erario), los gobernadores entrantes han puesto el grito en el cielo. Su primera acción de gobierno ha sido viajar a Ciudad de México para entrevistarse con el presiente Peña y llorar su desgracia. Se llevaron hasta los lápices ¡buaaa! ¿Quién gobernará? La austeridad. En Veracruz, Yunes, de quien se dice que no baila mal la danza de los millones, tomará el poder y un poderoso ansiolítico.


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