Hace tres meses pensaba que conocía palmo a palmo mi querida Miguel Hidalgo. Somos tan amigas hace tanto que pensé que me la sabía de memoria.
Mi alcaldía me acompañó cuando, de niña, podía salir sin miedo a la tiendita a comprar estampitas o dulces. Cuando paseaba con mis papás por sus parques y camellones. Cuando nació mi hijo y cuando iba por él a la escuela. Cuando salía a cenar con mi marido.
Creía que me sabía de memoria todos sus baches (y vaya que son muchos) y que había sufrido todos sus problemas, que han sido los míos: la basura que la contamina, su tránsito enloquecedor, sus comercios y sus edificios ahora siempre en renta o vacíos. En los últimos meses, Miguel Hidalgo y yo hemos padecido mucho: las calles silenciadas por la pandemia, la desesperación por la terrible situación económica que nos aqueja aún sin que nadie haga nada. Eso nos ha unido más.
Mi buena amiga Miguel Hidalgo se ha visto infestada por la violencia, el abuso de poder y la corrupción. Los que deberían haberla cuidado la usaron para hacer negocios y, peor, permitieron que mataran en sus barrios a muchas mujeres y niñas.
Por todo esto, me decidí a defenderla. Este viaje de ocho semanas en campaña buscando ser alcaldesa me ha hecho mejor ser humano y me ha dado la oportunidad de trabajar con compañeros y compañeras de todas las edades que podrán levantar la voz por nosotros en el Congreso. Así será.
Me deslumbraron mis vecinos: hombres y mujeres que luchan a brazo partido. Por ellos, todo vale la pena. Por ellos, gane o pierda, aquí voy a estar. Mi compromiso por seguir apoyando a mi Alcaldía no termina hoy: es para siempre.
Si mis conciudadanos me dan la oportunidad este 6 de junio y votan por mí, seré alcaldesa. Pondré en ese empeño toda mi capacidad y pasión, toda mi experiencia y valentía. Estoy lista. Gracias a Movimiento Ciudadano por esta oportunidad.
Hoy que los demagogos ponen en riesgo las libertades y la democracia, no es tiempo de dar un paso atrás. Nada ni nadie puede detenerme ni arredrarme. Ni a ustedes. Atrevámonos juntos a vivir sin la corrupción del pasado ni el autoritarismo del presente, a votar por lo que creemos. Salgamos a votar.
Este 6 de junio, tu voz Vale.
Este 6 de junio, tu voto Vale.