El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador negó de nueva cuenta que se persiga políticamente a Ricardo Anaya y consideró que al excandidato presidencial se le hizo más fácil suponer que por decirse perseguido, podría evadir las acusaciones que hay en su contra y en las cuales él no tuvo que ver, sino que algunas fueron hechas por compañeros de su mismo partido.
“Entonces, se le hizo fácil decir: ‘Me está persiguiendo Andrés Manuel’. Ahora sí que como diría su compañero, camarada del bloque conservador, ¿y yo por qué? Yo no tengo nada que ver absolutamente, pero él, pensando que así, echándome la culpa ¿no?, sintiéndose perseguido, la iba a librar. Muy mal, muy mal ese proceder”, ironizó.
El mandatario le reiteró el llamado que le hizo desde el fin de semana para que no salga del país y enfrente la situación, pues si tiene la conciencia tranquila no tiene por qué preocuparse; incluso sugirió que cuando se es inocente y se defiende una causa justa no afecta ir a la cárcel, pues cuando se es un luchador social fortalece el estar preso.
“Yo creo que lo que él debe hacer es no irse del país, sino enfrentar su situación. El que nada debe, nada teme, él debe presentar pruebas y hablar con la verdad si tiene su conciencia tranquila. Incluso no afecta ir a la cárcel cuando uno es inocente, porque cuando se es luchador social, cuando se lucha por una causa, se puede ir a la cárcel y, al contrario de sentirse mal, se fortalece un dirigente. Cuántos dirigentes han ido a la cárcel y salen; bueno, ahí está el ejemplo de Mandela, nada más que estamos hablando de un gigante, sí. Entonces, este es un asunto de otro tipo”, expuso.
López Obrador hizo una prolongada alocución sobre la carrera política de Ricardo Anaya, que a su juicio fue meteórica con la ayuda de los medios de comunicación que acostumbran a inflar candidatos; afirmó que cuando se postuló como aspirante presidencial hubo muchas inconformidades de panistas que lo acusaban de ser muy cercano a Peña Nieto, pero ya una vez en la campaña, amenazó con meter a la cárcel al entonces presidente y entonces se sintió que lo había traicionado.
“Entonces, este joven empezó a escalar y empezó a hacer a un lado a sus compañeros, a dirigentes importantes, creo que hasta a Calderón lo hizo a un lado, no estoy tan seguro; pero en ese tiempo abandonaron el PAN muchos dirigentes y lo culpaban de estar muy cercano al presidente Peña, mucho muy cercano, que iba a Los Pinos y que se ayudaban mutuamente. Luego de que ya es candidato, se le voltea al presidente Peña y no sé si se acuerdan que en el debate dijo que iba a meter a la cárcel al presidente Peña. Pues a partir de ahí también se le generaron problemas, porque sintieron que estaba traicionando”, explicó.
Posteriormente, pidió que difundieran unos videos donde los Javier Lozano y Ernesto Cordero acusaban a Ricardo Anaya de lavar dinero a través de la compraventa de una nave industrial en Querétaro y según el mandatario, las denuncias de estos personajes, mas las declaraciones de Emilio Lozoya, son el fundamento legal que tiene la FGR para la investigación en su contra. Insistió en que Anaya debe dar la cara y le pidió dejar de ser “marrullero” y echarle la culpa.
“Que dé la cara. El que nada debe, nada teme. Pero que no me eche la culpa a mí, que no sea marrullero. Se les hace fácil ¿no? decir: ‘Me persiguen, me persiguen’. Nosotros no somos represores, nosotros no odiamos, no somos como ellos, somos distintos, nosotros tenemos principios, tenemos ideales, tenemos moral; pero es pues una maniobra politiquera el querer salir así adelante. Mejor que vaya y que declare, y que demuestre que no recibió dinero y adelante”, fustigó.
Sin embargo, el presidente olvidó mencionar que el 28 de noviembre de 2018, dos días antes de concluir el sexenio de Enrique Peña Nieto, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) exoneró a Ricardo Anaya del delito de lavado de dinero, derivada de la operación comercial relacionada con la nave industrial en Querétaro.
*arg