La calidad educativa no está en el centro del conflicto

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Ya antes hemos dicho que consideramos que el gobierno federal es el principal responsable del conflicto que sostiene con algunas franjas de profesores de la CNTE, entre otras razones porque ha incumplido las responsabilidades que la ley le confiere. Un ejemplo actual es su (súbita) estrategia de confrontación que, empleando a los medios de comunicación que se prestaron, urdió una esfera mediática de presión mediante el discurso duro del titular de la SEP -quien así desplazó de sus funciones al secretario de Gobernación- y simultáneamente puso resortes al sistema de procuración de justicia para encarcelar a varios líderes de la Coordinadora. La estrategia falló estrepitosamente, eso es claro, y ahora hay diez muertos, más movilizaciones en Oaxaca además de la Ciudad de México -y otras incipientes en varios estados- así como unos líderes sindicales fortalecidos (ya se les dice “presos políticos”) porque, al echar marcha atrás el gobierno, de pronto el sistema de justicia operó para que sean liberados, como parte de las componendas de un diálogo que tiene de todo en la mesa, menos el de la calidad educativa. Ahora tenemos a una sociedad más crispada, un gobierno vacilante, pleito de medios oficialistas y militantes y, entre todo eso, un líder de la CNTE que enfrentará en libertad sus cargos porque el juez resolvió que el lavado de dinero no es un delito grave, por lo que el profesor sólo tendrá que pagar 100 mil pesos de fianza, un monto que difícilmente ha visto junto en toda su vida cualquier familia de profesores oaxaqueños.


Marco Levario Turcott

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