Margarita Zavala será candidata independiente a la presidencia. El universo de suspirantes sin partido, que implosionó esta semana, tendrá estrella mayor.
Difícil será para Pedro Ferriz, Armando Ríos Piter, Jaime El Bronco Rodríguez, Edgar Portillo, más los que se apunten antes del sábado ante el INE, eclipsar a la mujer más popular de toda encuesta. Panistas de abolengo y rebeldes, apoyarán a Zavala.
Menospreciar las probabilidades de Margarita es errar. Mujer que como primera dama heredó el desprestigio de Martha Sahagún de Fox, sepultó atributos políticos propios en aras de un proyecto sexenal compartido, mañana, Felipe Calderón será recíproco.
Margarita Zavala puede sumar más de lo que Ricardo Anaya se agandalla, la presencia de la todavía panista en la boleta electoral es una de las variables que el presidente Peña Nieto observa desde su campaña por la reconstrucción nacional, antes de soltar gallo.
Para López Obrador, el protagonismo de la profesora de Derecho, significa la fragmentación del voto de castigo contra el PRI, la disputa por captar a los enojados y no sólo a los resentidos, la división entre cuatro y no tres, perjudica el plan de vuelo en solitario de AMLO.
Ricardo Anaya cargará sobre sí la escisión azul más grave de la historia. Su empeño por imponerse candidato lo llevó a cooptar al desfondado, devaluado PRD a cambio de apoyar a Barrales para intentar contener su debacle en la capital ante Morena.
Movimiento Ciudadano, cuyo idem favorito es la genuflexión que garantiza supervivencia, endosó su membrete a Ricardo Anaya a cambio de comedias futuristas para Dante y el usufructo del real ascendente de Enrique Alfaro en Jalisco.
Anaya ha hecho tanto y tan bien para romper al PAN, que hay quienes sospechan que trabaja para el PRI. En su ambición dicen, hallará penitencia.
Tomó el Consejo Nacional, se adueñó del tiempo aire azul para que México lo conociera, ofreció definir método de selección y nada. A través de su escudero y secretario general, Damián Zepeda, modificó estatutos por debajo de la mesa para permanecer en la presidencia hasta un minuto antes de definir la candidatura que tiene escriturada.
Ante la exhibición de su floreciente patrimonio, el de Querétaro se victimizó, eligió el complot como argumento, en vez de la transparencia para su defensa. Ricardo Anaya, dice uno de sus senadores rebeldes, será el primer candidato espurio del PAN.
Ricardo Anaya manda en un frente político que con la votación diferenciada entre panistas, amarillos y naranjas, sostuvo a Gabriel Contreras al frente del IFT, mostrando ya sus primeras fisuras. Facilitar la presión real o imaginada, un control de medios desde el poder en año electoral, será mancha más en el disfraz del otrora joven maravilla.
Este artículo fue publicado en La Razón el 5 de octubre de 2017, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página.