Durante la presentación del segundo informe de la Comisión Global de Política de Drogas, realizada en Ciudad de México, el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León afirmó: “Hemos seguido la política de drogas equivocada por tantos años”, por lo cual convocó a eliminar la prohibición y a tener políticas basada en la regulación.
El mandatario mexicano de 1994 a 2000 no omitió su responsabilidad ya que, dijo, “yo seguí una política equivocada”en el tema.
El político expresó algunas de las equivocaciones y prejuicios que se han tenido respecto al tema: “Las políticas que tenemos en Estados Unidos y México han sido consecuencia de posiciones ideológicas, conveniencia política de coyuntura y han estado inspiradas en la discriminación y en el desprecio a la salud pública y los derechos humanos”.
Argumentó que existe la evidencia para afirmar que “esas políticas fracasaron rotundamente en prácticamente todos los lugares. Se habían creado peores problemas de salud pública y múltiples violaciones de los usuarios de drogas”.
Se trata de políticas prohibicionistas que, según Zedillo, estuvieron basadas en la criminalización y la represión, las que han dejado “un resultado devastador” en muchos países. Por ejemplo, incentivó problemas de salud pública y “terribles violaciones de derechos humanos”.
Por su parte, el expresidente colombiano César Gaviria afirmó que la regulación de ciertas drogas permitiría a México disminuir los niveles de violencia y corrupción, además de limitar el poder del narcotráfico. Añadió que la política prohibicionista promovida por Estados Unidos ha llevado a muchos países a realizar grandes sacrificios que han terminado por resultar fallidos. Agregó: “La prohibición ha sido una pesadilla en términos de muertos y en la corrupción que ha propiciado en países como México, Colombia y Centroamérica”.
La presidenta de la Comisión Global sobre Políticas de Drogas (de la cual forma parte Zedillo), Ruth Dreifuss, comentó que México es uno de los países que “paga un precio más alto por el control internacional de drogas, lo cual se refleja en el número dramático de personas lastimadas y desaparecidas.
El informe dado hoy a conocer fue elaborado por 25 expertos de los cinco continentes, en su mayoría exmandatarios.
La guerra sigue
Mientras tanto, en la Organización de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó: “Todos nosotros debemos trabajar juntos para desmantelar la producción de drogas y acabar con la adicción”.
El mandatario estadounidense también dijo: “Nuestro llamado a la acción es simple: reduzcamos la demanda de drogas, cortemos el suministro de drogas ilícitas, expandamos el tratamiento (a los adictos) y fortalezcamos la cooperación internacional”.
Recordó que los narcóticos están “relacionados con el crimen organizado, la corrupción y el terrorismo”, y que “proporcionan el sustento financiero a violentos cárteles trasnacionales”.
Al acto acudieron representantes de 130 países, que firmaron un documento en el que se comprometen a desarrollar planes nacionales de acción en la lucha contra las drogas.
No es nuevo
Las opiniones de Ernesto Zedillo a favor de la regulación en la política de drogas dista mucho de ser nueva, ya que lleva varios años sosteniéndolas.
Por ejemplo, en 2012, en el prólogo al libro Repensando la guerra contra las drogas, Zedillo anotó que era necesario replantear la estrategia global global basada en un enfoque de seguridad, “a pesar de la evidencia que cuestiona su conveniencia”. Recalcaba entonces que pareciera que “la política ha dominado a la razón”, lo cual ha dejado “poco espacio a las estrategias de salud y que ha puesto poca atención a los efectos secundarios de dicha política”.
En 2014, en ocasión del informe Tomando el control caminos hacia políticas sobre drogas que funcionen, el exmandatario mexicano dijo que las aproximaciones basadas en la salud se demuestran menos costosas y más eficaces que la criminalización y el encarcelamiento.
En febrero de 2016, durante una conferencia dijo que la causa de miles de muertes ocurridas en México durante los últimos años se debían a que “tenemos una política estúpida de prohibir el consumo de drogas y no regular su suministro”.
También mencionó que México es responsable de haber convertido a los cárteles de la droga en un monstruo. De allí su preocupación de que el país se moviera lento en su política de drogas.
Abogó también por abandonar la política impuesta por Estados Unidos a favor de desarrollar una política propia, “la que sea dictada por los doctores y los economistas y no la impuesta por ustedes”.
Entonces el expresidente mexicano solicitó a la ONU poner fin al prohibicionismo, porque “es mejor que el bienestar esté en manos de los gobiernos que en las manos de los mafiosos”.
Zedillo ha formado parte de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, en las que ha compartido labor con personajes como Kofi Annan, fallecido en el pasado agosto, quien fue secretario general de la ONU; Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil, y Richard Branson, empresario británico, y César Gaviria, expresidente de Colombia.
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