Agustín Basave hizo “votos” ayer en Twitter “por que termine el bloqueo sobre Cuba”. Por supuesto, el líder de un partido opositor en un país democrático como México, el político que cambió de partido cuando quiso, se refirió al bloqueo interno que mantiene la dictadura castrista en la Isla.
Claro, Basave hizo votos por que en Cuba los ciudadanos puedan hacer lo que él hace en México sin ir a la cárcel: tener un salario por criticar al gobierno, participar en elecciones libres y secretas, impartir clases según su propio pensamiento como académico y no el dictado por una camarilla.
Es innegable que Basave hizo votos por que el gobierno cubano considere presos de conciencia a quienes expresan su disidencia política, en lugar de considerarlos presos comunes, ladrones, saboteadores de la paz pública y vendidos a una potencia extranjera.
No estará mintiendo (faltaba más) quien asegure que Basave no hizo votos por que termine el bloqueo de la Constitución cubana a la libre expresión, según reza en su artículo 62:
“Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo, pues la infracción de este principio es punible”.
Indiscutiblemente, hizo votos por que termine el aislamiento informativo de los cubanos, inmovilizados por un control social que académicos como él denominan “biopolítica” y que convierte a la gente en “no personas” a través del control del registro civil, las notarías, los cementerios y los basureros.
El bloqueo que prohíbe la pesca de los ciudadanos en un país rodeado de agua, ya que los peces son propiedad del gobierno, y es ilegal poseer y utilizar embarcaciones, salvo contados permisos a personas preseleccionadas, mucho menos usar lanchas o yates turísticos.
Sí, imposible que Basave no haga votos por que termine el bloqueo que prohíbe a los cubanos ser dueños de una vaca porque el régimen no consiente la propiedad privada sobre las reses, e impone 10 años de cárcel a quien las mate por su cuenta, 8 al que venda su carne y 5 al que la compre.
Porque si Basave se refirió al embargo económico de Estados Unidos sobre Cuba (que la dictadura llama “bloqueo”), debe enterarse de que en 2015 Cuba compró en Estados Unidos 348 millones de dólares de pollo congelado, soya, maíz, cerdo, embutidos, frijoles y algodón.
Y Estados Unidos es el quinto socio comercial de Cuba, con suministro de mercancías por valor de 573.2 millones de dólares y 30 millones de dólares en postes de luz eléctrica.
Pero el político opositor Agustín Basave no se refería a este “bloqueo” externo, sino al interno que impide la democracia.
Porque, si no es así, simplemente es un hipócrita.
Y un farsante.
(Canela Fina informa a sus apreciados lectores que toma vacaciones los Días Santos. Se vuelve a publicar el martes 29 de marzo)
Este artículo fue publicado en La Razón el 22 de Marzo de 2016, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página