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El presidente Andrés Manuel López Obrador cometió violencia política de género contra Xóchitl Gálvez en ocho de sus conferencias de prensa correspondientes a 2023, determinó la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Sin embargo, no será sancionado.

En su sesión de este jueves, la Sala Especializada del TEPJF, integrada por Rubén Jesús Lara Patrón, Mónica Lozano Ayala y Luis Espíndola Morales (presidente), determinó que el tabasqueño tuvo diversas expresiones en las que afirmó que Gálvez obtuvo su candidatura por la decisión de un grupo de personas con poder político, las que consideró que configuran violencia simbólica para intentar menoscabar el reconocimiento de sus derechos políticos, basado en su carácter de mujer e indígena ya que reforzó el estereotipo de inferioridad para acceder a cargos públicos.

El magistrado Lara Patrón se pronunció contra el proyecto, porque dijo que, en su opinión, no se actualiza la violencia política de género en este caso.

López Obrador emitió las declaraciones en ese sentido en sus conferencias de prensa del 3, 5, 10, 11 y 14 de julio, y 3, 7 y 18 de agosto de 2023.

Sin embargo, el caso quedará impune ya que el presidente sólo puede ser responsabilizado, pero no sancionado por infracciones de índole electoral. Por ello el tabasqueño no será ni siquiera inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género del INE.

Pero también fueron señalados como responsables de los hecho otros viejos cómplices de López Obrador en sus recurrentes violaciones a la constitucionalidad y a la legalidad electorales: Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social y vocero de la Presidencia; Jessica Ramírez González, directora general de Comunicación Digital; Pedro Daniel Ramírez Pérez, jefe de Departamento, y Sigfrido Barjau de la Rosa, director del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales, y Carlos Emiliano Calderón Mercado, coordinador de Estrategia Digital Nacional de la Oficina de la Presidencia de la República, pues estuvieron a cargo de la difusión del contenido infractor. Sobre ellos se dio vista al órgano Interno de Control de la Presidencia de la República, del que no se sabe que haya sancionado por sus numerosas faltas anteriores a este grupo de funcionarios.

Como ejemplo de las declaraciones de López Obrador que constituyen violencia política de género está la del 3 de julio de 2023, cuando se refirió a la candidatura presidencial opositora: “Antes, cuando imperaba el dedazo, era el presidente en turno el que imponía a su sucesor. Pero estamos hablando del presidente de una institución; ahora ni siquiera es un dirigente político o un dirigente de un partido: es un gerente, Claudio X. González hijo, el que decide. Tengo toda la información de que él llevó a cabo las consultas para que los represente, a este grupo, Xóchitl Gálvez. ¿Y por qué?”.

Luego el tabasqueño continuó con su atrabiliario discurso: “Hace como 15 días, de 15 días a un mes, me enteré, mis ‘gargantas profundas’. Y fue un proceso de consulta arriba, con los que no dan la cara, pero si actúan, y son los que aportan dinero para las campañas, para la guerra sucia. Consulta también con los medios, con los dueños de los medios, consulta con los intelectuales, desde luego Aguilar Camín, Krauze, Castañeda. Por eso algunos que ya se dieron cuenta están declinando, porque pues no quieren ser comparsa. ¿Y por qué deciden a favor de la señora Xóchitl? Porque ellos suponen, ¿no?, que, si nació en un pueblo, va a tener el apoyo del pueblo. Y, además, es en realidad parte de ellos, no del pueblo, sino ella forma parte de los conservadores. Desde luego, no es de los arriba, pero sí forma parte del mismo agrupamiento, porque también en el bloque conservador hay nivelitos, ¿no?”.

Y por allí van las otras intervenciones de López Obrador  en sus conferencias de prensa referidas por los magistrados de la Sala Especializada del TEPJF, por lo que ahora la violencia política de género se suma a las más de 50 violaciones a las normas electorales en que ha incurrido el tabasqueño, de manera prácticamente impune.

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