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Casi seis meses después de recibir el Premio Nobel de Literatura, el cantautor estadounidense Bob Dylan envió a la Academia Sueca su discurso de aceptación del galardón, con lo cual ya podrá cobrar los las ocho millones de coronas suecas (923 mil dólares) que se entregan con la distinción.


De acuerdo con el reporte de AFP, la secretaria permanente de la Academia, Sara Danius, confirmó la entrega del discurso por parte del autor de Like a rolling stone, mismo que catalogó como “extraordinario y, como se esperaba, elocuente”.


En su discurso, Dylan menciona en primer lugar como una de sus principales influencias al cantante de rock Buddy Holly, cuya versión de Cottonfields le cambió la vida.


Esa grabación cambió mi vida desde entonces. Me transportó a un mundo que no había conocido. Fue como si se desatara una explosión. Como si hubiera estado caminando por la oscuridad y de repente la oscuridad fue iluminada”, se lee en el discurso del cantante disponible en la página oficial del Nobel.


Posteriormente, como influencias literarias, el primer músico en ganar este premio mencionó tres obras que tuvieron una influencia importante en su vida: Moby Dick de Herman Melville, Sin novedad en el frente de Erich María Remarque y La Odisea de Homero.


Del primero, Dylan menciona que es un “libro fascinante” por todos los símbolismos y alegorías que maneja el autor, mientras que de Sin novedad en el frente refiere que es una obra “para perder tu inocencia, tu esperanza en un mundo significativo y tu preocupación por las personas”.


Con relación a La Odisea comenta que es un libro que habla de situaciones que a todos nos ocurren en la vida pues “han puesto drogas en tu bebida. Has compartido tu cama con la mujer equivocada. Has sido hechizado por voces mágicas, voces dulces, con extrañas melodías”:


También has venido de muy lejos y has sido arrojado de regreso, muy lejos. Has tenido llamadas cercanas. Te has enojado con personas que no deberías. Y también has vagado alrededor de todo este país. Y también has sentido que el viento te enferma, que el que sopla no te hace bien. Y eso no es todo”, considera.



mahy

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