México fue el segundo país más mortífero del mundo para los periodistas durante el 2017, periodo durante el cual la hostilidad de los gobiernos hacia la prensa creció en países de sistemas democráticos, según el informe anual de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 emitida por RSF señala que, a nivel mundial, en los 180 países evaluados, “existe un clima de odio hacia los periodistas cada vez más acentuado”.
Indica que dicha situación, bien conocida en países autoritarios como Turquía o Egipto, no es exclusiva ya de los mismos, sino que “cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa, ya no como uno de los actores fundamentales de la democracia, sino como un adversario frente al cual muestran abiertamente su aversión”.
El secretario general de RSF, Christophe Deloire, dijo que la existencia de “mediafobia” o clima de odio a los periodistas es “una de las peores amenazas para las democracias”.
“Los dirigentes políticos que propician que se deteste al periodismo son responsables de que se cuestione la existencia de un debate público basado en una apreciación plural de los hechos y favorecen el advenimiento de una sociedad de propaganda. Cuestionar hoy la legitimidad del periodismo es jugar con fuego”, señaló, en el mencionado reporte.
En la clasificación anual, el organismo que agrupa periodistas de todo el mundo, califica el grado de riesgo que tiene un país para el ejercicio del periodismo, de acuerdo a las agresiones en contra de la prensa que se registran en él, o el grado de respeto a la libertad de prensa.
México fue clasificado en el lugar 147 de 180, lo cual implica una pésima calificación como nación que garantice la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas. Este lugar fue asignado este año debido a que en el 2017 registró once asesinatos de periodistas.
“México, donde fueron asesinados once periodistas, se convirtió en 2017 en el segundo país más mortífero del mundo para los periodistas” aunque en clasificación general no sea ni el peor para ejercer la libertad de prensa, ni tampoco el segundo peor.
El país peor calificado en materia de libertad de prensa—no por primera vez—es Corea del Norte. El mejor calificado, Noruega. El segundo peor, Eritrea.
A pesar de su alta calificación, Noruega forma parte de una región (Europa) que ha experimentado retrocesos en materia de libertad de prensa. Según el reporte, en Europa, al tiempo que es donde existen menos amenazas contra la libertad de prensa, es donde hay mayor deterioro del índice regional.
“Este año es en Europa, la zona geográfica donde la libertad de prensa se encuentra menos amenazada, que se registra el mayor deterioro del índice regional. De los cinco países que experimentaron los mayores descensos en la Clasificación 2018, cuatro son europeos: Malta (65º, -18), la República Checa (34º, -11), Serbia (76º, -10) y Eslovaquia (27º, -10)”.
El reporte enfatiza en la gravedad de que en países donde existen gobiernos electos democráticamente haya ataques de cualquier tipo contra la prensa (físicos o verbales) o intentos de minar la importancia de la profesión.
“Estados Unidos, el país de la Primera Enmienda, retrocede dos posiciones en la clasificación y ahora ocupa el lugar 45. Su presidente, Donald Trump, adepto al media bashing, ha calificado a los reporteros de “enemigos del pueblo”, frase que empleaba Stalin”.
Asimismo, se compara el ascenso y descenso de las posiciones de los países con respecto a años anteriores, y se explican los motivos.
“Venezuela (lugar 143º), donde el presidente Nicolás Maduro persiste con sus excesos autoritarios, desciende seis lugares; experimenta el mayor descenso de los países de este continente. Por el contrario, Ecuador (92º), donde se han reducido las tensiones entre el gobierno y los medios de comunicación privados, asciende trece lugares, lo que representa el mayor ascenso de la región este año”.
El reporte completo puede leerse AQUÍ. El comunicado de prensa AQUÍ.
ofv