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A dos días de que la justicia argentina ordenara procesar a la expresidenta Cristina Fernández por asociación civil; el pasado jueves, un juzgado federal decidió reabrir el caso que contempla la denuncia que el fiscal Alberto Nisman presentó cuatro días antes de morir (en situación no aclarada el 18 de enero de 2015) contra la líder del kirchnerismo por un presunto encubrimiento de los imputados iraníes en el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires, informa la prensa local.


En ese momento Nisman afirmaba que la expresidenta aprobó un plan de encubrimiento de los principales acusados iraníes que, a su juicio, quedó demostrado con la firma del "Memorándum de Entendimiento" firmado entre Argentina e Irán en enero de 2013, pero desde el oficialismo siempre se consideró que las acusaciones del fiscal fallecido no tenían consistencia jurídica. Más tarde el juez Daniel Rafecas archivó el caso por “falta de pruebas”, mismo que ahora se vuelve a retomar bajo el argumento de que "los hechos denunciados no permiten descartar de plano la posible comisión de ilícitos, debiendo ponderarse elementos de prueba previamente para su desestimación".


Asimismo, los jueces decidieron apartar de la investigación al juez Rafecas, porque de manera "arbitraria, prematura y parcial", optó por no investigar la denuncia de Nisman, atendiendo sólo a los reclamos de la entonces procuradora kirchnerista del Tesoro, Angelina Abbona.


Incluso destacaron, según El Clarín, que Rafecas tampoco atendió a las presentaciones que habían hecho las diputadas Elisa Carrió y Graciela Ocaña, hasta el abogado Ricardo Monner Sans. Este último había solicitado dar parte a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, pero Rafecas no lo hizo.


Nisman apareció muerto con un balazo en la cabeza, el arma en su mano y en el baño de su departamento de Buenos Aires en enero de 2015, pero aún no logran confirmar si se trató de un suicidio o de un asesinato, ya que en su mano no había rastros de que hubiera apretado el gatillo de la pistola que apareció junto a su cadáver pero tampoco pudieron demostrar la presencia de otra persona en el lugar.


Por ahora, la nueva investigación procede contra Fernández que siempre negó cualquier posibilidad de encubrimiento a imputados iraníes y que además defiende la hipótesis de un suicidio en el caso Nisman.


(Con información de El Clarín, El Mundo y El País)


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