La ceremonia de investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos sigue dando de qué hablar cuatro días después, dejando claro que no todas las miradas se centraron en el magnate neoyorquino. etcétera ya difundió algunas de las imágenes y detalles que en cuestión de minutos se hicieron viral en Internet.
En estos días trascendió otra foto que por supuesto no pasó desapercibida para los internautas más curiosos, la cual desató un extenso debate en las redes sociales.
Y es que durante el desfile presidencial, un guardaespaldas del republicano caminaba detrás de Melania con una postura forzada que mantendría durante horas: brazos doblados, una mano tocando la otra, dedos extendidos.
¿Era una prótesis?
Dada la relevancia que tomó la imagen, medios como RT se atrevieron a afirmar (luego de “consultar con expertos”) que “al revisar los videos, miembros de la comunidad militar y agentes de seguridad apuntaron que el guardaespaldas llevaba un brazo falso con el objetivo de camuflar un arma. Sus manos reales se encontrarían escondidas debajo del abrigo, listas para disparar en caso de emergencia”. Lo anterior sirvió para alimentar las especulaciones
No obstante, otras observaciones, más detalladas, desmontaron la teoría de las prótesis, según El Mundo. La postura sí es forzada e incluso los dedos parecen demasiado rígidos, pero se mueven, por lo que el guardaespaldas de Trump no tiene brazos falsos para esconder un fusil.
cdr