Harvey Weinstein, el productor de cine caído en desgracia desde que fue el centro de un escándalo masivo de abuso sexual, se entregará a investigadores en Manhattan mañana viernes para enfrentar cargos de agresión sexual criminal, tras una investigación sobre denuncias de numerosas mujeres, reportó hoy The New York Times.
Desde que The New Yorker y The New York Times desataron en octubre pasado una oleada de denuncias que confluyeron en el movimiento #MeToo, con un amplio despliegue mundial, han sido más de 70 las mujeres que han acusado a Weinstein de algún grado de abuso o agresión sexual, acusaciones que había negado con el argumento de que fueron relaciones consentidas.
La avalancha de acusaciones fue no sólo contra él, y llevaron a las mujeres de todo el mundo, algunas de ellas famosas y muchas de ellas no, a presentar denuncias de haber sido sexualmente hostigadas y atacadas por otros hombres poderosos.
Esas historias engendraron el movimiento global #MeToo, y desde entonces, el terreno se ha desplazado por debajo de los hombres que durante años se habían beneficiado de un código de silencio en torno a su comportamiento predatorio.
Weinstein, de 66 años, que ha sido acusado de abusar sexualmente de estrellas de cine y empleados de su antigua compañía productora homónima, y luego pagados o coaccionados para guardar silencio, enfrentará acusaciones de agresión sexual de dos mujeres; la primera es Lucia Evans, denuncia reportada en The New Yorker, quien dijo que Weinstein la obligó a practicar sexo oral con él durante una reunión de negocios en 2004.
La segunda mujer es la actriz Paz de la Huerta; la fiscalía del distrito de Manhattan ha estado investigando sus acusaciones de que Weinstein la violó en su casa en la ciudad de Nueva York en 2010, así como denuncias de tres a cinco víctimas cuyos testimonios encontraron creíbles los investigadores.
Weinstein, sujeto a rumores en los círculos de medios y entretenimiento durante años, comenzó a enfrentar investigaciones oficiales en Nueva York, Los Ángeles y Londres después de las revelaciones ya mencionadas de octubre pasado. La fiscalía del distrito de Manhattan decidió no enjuiciar a Weinstein hace tres años, después de que una modelo italiana, Ambra Battilana, lo acusó de tocarle los senos durante una reunión en su oficina.
El abogado de Weinstein, Benjamin Brafman, no quiso hacer ningún comentario. En el pasado ha dicho que su cliente niega cualquier acusación de “sexo no consensual”. En la investigación reciente, los detectives viajaron a Reino Unido y Canadá para entrevistar a testigos en el caso y estuvieron en Los Ángeles a finales de abril y principios de mayo. Los fiscales también han revisado registros financieros de Weinstein en un esfuerzo por descubrir posibles irregularidades.
Los fiscales federales también han investigado si la conducta abusiva de Weinstein violó leyes federales de acoso y han examinado las finanzas del productor de la película. En el curso de la investigación, los fiscales crearon una elaborada línea de tiempo del paradero de Weinstein en un esfuerzo por aprovechar una sección de la ley del estado de Nueva York que establece que el estatuto de limitaciones se pausa cuando el acusado está continuamente fuera del estado.
La oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance Jr., convocó a lo que se conoce como un gran jurado investigador para examinar las acusaciones. Los investigadores compilaron casos en los que Weinstein salió de Nueva York para determinar si algunas acusaciones de agresión, incluso si parecían estar fuera de la ley de prescripción, de hecho podrían incluirse en los cargos penales.
La investigación federal de Weinstein, que comenzó el año pasado, se centró en alegatos de fraude en relación con dos artículos de la subasta que se iban a ofrecer juntos en una recaudación de fondos de caridad contra el SIDA en Francia en mayo de 2015.
Los artículos fueron una sesión con un famoso fotógrafo de moda y un paquete de entradas para un evento y una fiesta de premios de Hollywood. Esa investigación se amplió a una revisión de si Weinstein violó las leyes federales de acecho.
Los medios han informado sobre docenas de acusaciones contra Weinstein, muchas de ellas compartiendo una narrativa común: las mujeres reportan que se vieron con él en un hotel por razones de trabajo, o al menos eso creían, pero descubrían que Weinstein parecía tener intereses diferentes. Aún está por ver cómo se presentarían los cargos contra Weinstein y cuánta evidencia de respaldo presentarían los fiscales para mostrar un patrón de conducta criminal.
Ese es uno de los muchos obstáculos que a menudo enfrentan los enjuiciamientos por delitos sexuales, en casos de hombres poderosos como Weinstein, que vienen armados con abogados de alto costo e investigadores privados.
Funcionarios del Departamento de Policía de Nueva York dijeron en noviembre que los detectives estaban recolectando evidencia con el objeto de preparar una orden para arrestar a Weinstein. Pero a medida que continuó la investigación, el ritmo del trabajo de los fiscales alimentó las tensiones entre la policía y la fiscalía.
La oficina de Vance se enfrentó a una presión adicional porque decidió no enjuiciar a Weinstein después de que Battilana lo acusó de haberla manoseado en 2015. Vance dijo que la evidencia no era lo suficientemente fuerte como para ganar una condena y abandonó la investigación, a pesar de tener cinta de audio de Weinstein reconociendo que él había tocado sus pechos y prometiendo no volver a hacerlo.
La decisión de los fiscales siguió al cabildeo de los abogados de Weinstein, quienes señalaron los testimonios cambiantes de Battilana bajo juramento, en otro caso de agresión sexual en Italia. En los últimos meses, Vance ha estado bajo una gran presión por parte de activistas y líderes electos para resolver la investigación sobre Weinstein. El gobernador Andrew M. Cuomo ordenó una revisión de su manejo de las acusaciones de 2015 y los defensores de las mujeres han criticado la lentitud en la investigación.
aml
