El archipiélago ecuatorial contiene el mayor número de especies vegetales y animales endémicas del planeta y es también una de las mayores reservas marinas.
Las Islas Galápagos, situadas a mil kilómetros de la costa de Ecuador, representan la segunda reserva marina más grande del planeta y también es el segundo archipiélago con mayor actividad volcánica después de Hawái. El archipiélago está formado por 13 islas grandes con una superficie de más de 10 km², nueve islas medianas con una superficie entre uno y 10 km² y otros 107 islotes de pequeño tamaño. También tiene promontorios rocosos de escasos metros cuadrados, todos ellos distribuidos alrededor de la línea del ecuador terrestre, que le dan otra característica casi única: tener terreno situado tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur, como solo le ocurre al Archipiélago Malayo.
Pero si hay un nombre unido a las Islas Galápagos y que le han dado fama mundial es el de Charles Darwin. El naturalista británico llegó en 1835 al archipiélago como participante de un viaje científico. Darwin observó en la Galápagos especies de vida silvestre altamente especializadas en cada isla y especies animales endémicas que no se habían visto jamás.
El científico tardó más de 20 años en sintetizar sus observaciones en sus innovadoras teorías de selección natural, publicadas en el libro ‘Sobre el origen de las especies’, en 1859. Los fundamentos de aquel trabajo sobre la evolución de las especies continúa siendo una piedra angular de la ciencia biológica en la actualidad.
Más información en: El País