Los vehículos sin conductor y los drones ya han modificado nuestro entorno. Son dos ejemplos palpables de la rapidez con que está avanzando la revolución tecnológica de los robots. Máquinas capaces de aprender por sí mismas, interactuar con las personas y actuar en consecuencia. Hasta dónde llegará este desarrollo "nadie lo sabe", dice Tony Belpaeme, profesor de robótica de la Universidad de Plymouth.
Pensar en replicantes como los de "Blade Runner" sigue siendo todavía ciencia ficción, ver algo así "llevará tiempo", explica. Pero cada vez "encontraremos más inteligencia artificial en ambientes digitales o en espacios físicos delimitados, como las fábricas", avisa.
Esta realidad ha llegado sin que apenas esté regulada y para abordar los retos que plantea, el Parlamento Europeo ha iniciado un debate con varias ideas para ver qué normas se deben aprobar. Todas ellas están recogidas en un informe que se ha aprobado este jueves tras más de un año de trabajo.
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