Era una de las start-up tecnológicas británicas más brillantes, alabada por el primer ministro David Cameron, y uno de los escasos "unicornios" británicos, como se conoce a las empresas valoradas en más de US$1.000 millones antes de flotar en el mercado de valores.
Su dinámico fundador, Dan Wagner, dijo en 2015 que su negocio valía US$2.700 millones y que había firmado un acuerdo con China de potencial "ilimitado".
Pero en febrero de este año Powa Technologies colapsó pasando a ser administrada externamente, y quedó claro rápidamente que la empresa se parecía más a un asno viejo que a un unicornio.
Su caída, además, ha generado dudas sobre la salud del tan alabado sector de la tecnología financiera de Londres, así como acerca de la sabiduría de darvaloraciones astronómicas a negocios que no han demostrado todavía su valor.
Sin rumbo
En las últimas semanas, he hablado con una serie de personas conectadas con esta empresa de comercio por internet en un intento de averiguar qué salió mal.
Lo que estas personas me han dicho es que Powa es un caso casi de manual sobre cómo no gestionar una empresa: sin estrategia clara, con una gestión sin rumbo, afirmaciones exageradas sobre la tecnología y una actitud imprudente hacia el dinero.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160321_semana_santa_empresa_tecnologica_caida_powa_ac