"Toc, toc, toc. ¡Penny! Toc, toc, toc. ¡Penny! Toc, toc, toc. ¡Penny!". Hasta tres veces repite la fórmula Sheldon Cooper, personaje de The Big Bang Theory, cada vez que llama a la puerta de su vecina. Su Asperger se encuadra dentro de lo que se conoce como trastornos del espectro autista (TEA), afecciones que, según la OMS, tiene uno de cada 160 niños. En el caso de Hannah Horvath, protagonista de Girls, cuando se estresa organiza todo en series de ochos. Horvath tiene trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), como el 3% de la población mundial.
La Organización Mundial de la Salud estima que unos 700 millones de personas en el mundo padecen desórdenes mentales y neurológicos. Si se incluye el abuso de alcohol y otras sustancias, tenemos el 13% de la carga de enfermos a nivel global. Más de 350 millones de personas de todas las edades sufren depresión, el desorden mental que más afecta a la población mundial. Los trastornos mentales son una de las principales causas de suicidio. Por no mencionar la discapacidad que generan y los costes económicos directos e indirectos -en España suponen la segunda causa de baja laboral-.
Las enfermedades mentales abarcan un gran número de dolencias. No se limitan a las más graves como esquizofrenia o trastorno bipolar, incluyen también las más comunes como ansiedad y depresión. "No hay ninguna persona que no tenga un trastorno mental a lo largo de su vida. Algunos tendrán lo más leve: un poquito de ansiedad, algo de insomnio… Es tan normal como tener en algún momento de la vida fiebre o algo de diarrea", asegura José Luis Carrasco, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense y director de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico y del Hospital Ruber.
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