Tras varios días de presiones desde el Congreso y otros ámbitos, el gobierno de Estados Unidos resolvió dejar sin efecto las restricciones legales que prohíben que barcos extranjeros efectúen cualquier tipo de operación en Puerto Rico, a fin de que la isla pueda recibir la ayuda humanitaria tras la devastación que generó el huracán “María”.
El aviso de la Casa Blanca se produjo luego de que el gobernador de la isla, Ricardo Roselló, hiciera la petición a través de Twitter, el miércoles por la noche, con el fin de acelerar la llegada de víveres y otros insumos, procedentes de diferentes países.
El presidente Donald Trump ha sido fuertemente criticado por los demócratas por lo que consideran una pasiva reacción ante la emergencia que se vive en la isla tras el paso del meteoro. El mandatario estadounidense justificó el no eliminar las restricciones porque, según explicó, los dueños de barcos estadunidenses se oponían a ello.
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) resolvió que durante un periodo inicial de diez días, se autorizará que barcos extranjeros presten servicio para ayudar a las tareas de transportación y distribución de combustible, alimentos, medicinas y agua a los 3.5 millones de puertorriqueños.
Lo anterior implica que todas las embarcaciones, al margen de la bandera con la que naveguen, podrán realizar operaciones de carga a Puerto Rico con cualquier tipo de mercancía.
Por otra parte, Trump amplió durante una semana la declaratoria de emergencia para Puerto Rico, a fin de incrementar el nivel de ayuda federal para la remoción de escombros y reconstrucción tras los daños ocasionados por “María”.
(Con información de EFE)
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