Según testimonios de trabajadores y ex trabajadores, en Notimex hay incongruencias en el ámbito laboral y, por supuesto, salarial. Esto, además del sesgo en el manejo informativo que impide que ésta opere como Agencia de Estado.
La situación laboral y salarial
La situación laboral de los periodistas contrasta con la de los directivos de la agencia: mientras el director general tiene un sueldo neto de 89 mil 523.85 pesos netos mensual (sin contar gastos de representación, gasolina, automóvil, celular y bonos) hay corresponsales en el país que ganan mil 990 pesos al mes.
Esta situación se gestó en administraciones anteriores y continuó intacta en la actual. Paradójicamente, la estructura de mandos medios y superiores sí se ha modificado e incrementado, por ejemplo, con la creación de la Dirección Jurídica y la Subdirección de Recursos Humanos, en las que casi todos los puestos sí tienen un régimen contractual con apego a la ley. En contraste, en la plantilla de 310 periodistas y corresponsales que laboran en la agencia, al menos 94, es decir casi una tercera parte, trabajan sin contrato y sin prestaciones laborales.
En el portal de transparencia sólo aparecen 75 puestos, todos de base. Son los puestos que ocupan los jefes de departamento, coordinadores, subdirectores, directores de área y el director general. El resto del personal, según esta información, no existe, aunque en la página web se consigna que la Agencia cuenta con 310 profesionales de los cuales 200 son periodistas, editores y redactores, y 110 son corresponsales nacionales e internacionales y colaboradores.
De acuerdo a un reporte elaborado por el ex subdirector información regional, Alfonso Millares, quien coordinaba el área de Corresponsales nacionales, hasta julio de 2008 existían 49 corresponsales distribuidos en el territorio nacional (excepto los del Estado de México, que se coordinan directamente en la mesa de Operaciones Nacionales). De estos 49 corresponsales, 34 (69%) están contratados por honorarios, es decir, sólo 15 (31%) tienen contrato con prestaciones de ley. Independientemente de la forma de contratación, entre las percepciones económicas de los corresponsales hay diferencias sustantivas:
De los que trabajan por honorarios, dos corresponsales ganan apenas mil 990 pesos mensuales; dos más se llevan 2 mil 352.39 pesos. También hay remuneraciones de 3 mil 024; 4 mil; 4 mil 275; 4 mil 500; 4 mil 750.48; 5 mil; 5 mil 225; 5 mil 500.20; 5 mil 700; 6 mil 175; 6 mil 650, y sólo en un caso 7 mil pesos mensuales netos. Ninguno cuenta con gastos de transporte, gasolina o comida. Formalmente, no tienen derecho a vacaciones, días de descanso, ninguna prestación de ley, lo que los coloca en estado de indefención en cada cambio de administración, como sucedió con el actual director, Sergio Uzeta, quien les retiró el apoyo de 400 pesos mensuales para teléfono celular.
También, en las plazas de los corresponsales con base se dan fuertes diferencias que tienen su origen en una estructura diseñada hace aproximadamente 15 años. A pesar de que desempeñan la misma labor (reportero), están contratados bajo distintas categorías: analista de información ($7,016.54 redactor “AA” y “A” ($8,681.54 y $9,0090.76, respectivamente editores “A” ($12,791.94), y por último, el reportero ($15,285.90). Entre este último sueldo y el de mil 990 pesos hay 13 mil 295.90 pesos de diferencia (768%). Todo esto sin contar prestaciones.
Los corresponsales internacionales
El caso de los corresponsales internacionales es muy similar, con el agravante de que buena parte de ellos fueron enviados al extranjero bajo la premisa de recibir una serie de apoyos que se han reducido. Al no contar con un contrato que establezca las condiciones de trabajo, éstas pueden ser modificadas sin “responsabilidad” legal para la Agencia. Así, por ejemplo, a partir de diciembre de 2008, se suspendió la prestación anual de traslado a su país de origen. En lo que se refiere a los sueldos, éstos no se corresponden con los de otras agencias como EFE, AP, Reuters. En Notimex, en general, son más bajos y no incluyen prestaciones. Los sueldos oscilan entre los mil 500 dólares (en algunos países de Centroamérica) y los 5 mil dólares (sólo para dos periodistas en EU.) El sueldo promedio es de 3 mil dólares.
El sesgo informativo
El control y la línea editorial se dicta desde la Presidencia de la República, según los testimonios recogidos. Alfonso Millares advirtió en entrevista que lo más importante es cuidar la imagen del Presidente y su lucha contra el narcotráfico. “La dirección tiene vetados todos los temas que hablen en contra o que afecten los intereses o la imagen del Presidente de la República, ya ni siquiera se salva el PAN, porque hay panistas que están vetados para la agencia y hablo concretamente de Manuel Espino, que es adverso al Presidente (…). Otro tema vetado es el de la seguridad en los estados de la República (…), en donde se está generando violencia de alto impacto. Esos temas están prohibidos (…), y la razón o la explicación o el motivo es que son notas que van en contra de la lucha del Presidente contra el crimen organizado”.
Esas notas no pueden publicarse, es la instrucción para mantener el control de esto. Antes de subir cada nota de corte violento hay que consultarla con el director editorial. “Tú no puedes hablar de un decapitado, en Notimex no vas a encontrar notas de decapitados.
Jamás. Nosotros teníamos la obligación de cuidar ese tipo de información. (Por ejemplo), cuando llegó lo del pozolero, aquel que mató a 300 personas, era una nota mediática, no lo digo yo lo decían todos los medios. También secuestraron a un empresario ese mismo día en Tijuana, (y) mataron a un agente de investigaciones en Oaxaca. Eran tres notas que no podía yo obviar, (pero había que) subirlas muy cuidadas, como me lo habían dicho. No obstante Alejandro Olmos ordenó bajar las tres informaciones sin siquiera avisarme o consultarlo. A raíz de eso se hizo un manual”, agregó Millares.
El prontuario se llama Criterios Editoriales sobre el tema de violencia y Criterios Editoriales para Fotografía y Página web. Ahí se establece cuándo sí se debe transmitir, cuándo no y cuándo debe evaluarse la transmisión de las notas sobre homicidios, violencia y crimen general. El problema que se ha presentado con estos lineamientos, según Millares, es que establece que sí se deben transmitir cuando “alguna autoridad calificada (funcionarios identificados de procuradurías, instituciones de seguridad pública o gobiernos centrales) confirma que hay una relación con el narcotráfico y el crimen organizado”. Este criterio, en general, se aplica para cualquier hecho de violencia, lo que ha derivado en situaciones en las que a pesar de tener la nota confirmada por el corresponsal, si no hay un parte oficial, aunque esté en todos los medios, no se sube al hilo informativo.
También se pueden dar situaciones en “las que no sabemos si por miedo, pero no se maneja con oportunidad la nota. Cuando sucedió la muerte de Mouriño, tuvimos que dar crédito a Televisa. Tambíén se dio crédito a Radio Fórmula, cuando debió haber sido al revés. Pese a que nosotros fuimos a decirle a Alejando Olmos, ‘oye, maestro, iba Mouriño en ese avión y aquí tengo al jefe de la policía federal de San Luis Potosí, ahí te va el plan de vuelo, te lo mando por fax’. A nada de eso le hizo caso, no se arriesgó (…). Sergio (Uzeta) no regresó, prefirió ir a Canal 22 que estar en la Agencia”, reveló Millares.
El presidente legítimo
También hay restricciones en el uso de ciertos términos, como fue el caso del “ataque a militares y a un General en Cancún. A esa nota yo no le podía poner ‘lo mataron’; entonces, ¿cómo le pongo?”. Otro tema vetado, aseguró Millares, es Andrés Manuel López Obrador, sobre todo cuando “avienta declaraciones demasiado fuertes (… ) en contra del gobierno federal”. Tampoco se difundieron “declaraciones de la iniciativa privada o de los estados de la República Mexicana que decían que el mercado turístico había bajado, derivado de la violencia”. Esa “línea editorial” se maneja directamente en la redacción, no se transmite a la red de corresponsales, lo que también ha generado inconformidad, ya que en la mesa se matiza la información de los estados en los que hay violencia de alto impacto.
Otros “recortes”
“El año pasado (…), Sergio Uzeta me ordenó suspender a todos los editorialistas (…). Una de las razones fue porque Teresa Gurza, que es una periodista muy aguerrida, mandaba colaboraciones que le pegaban al Presidente o que le pegaban al Gobierno Federal, y era la más incómoda (…). Para que no se viera que solamente era ella la que se iba, me pidieron que despidiera a todos y los tuve que despedir a todos a través de una carta”, detalló Millares.
“El Consejo Editorial Consultivo no ve nada de lo que está pasando o si lo ve lo reserva y se lo calla (…). Un consejo editorial para eso está, para normar el equilibrio de la información. ¿Qué pasa con ese Consejo Editorial Consultivo?”, cuestiona el entrevistado.
A comparecer
Las irregularidades informativas y administrativas de la agencia han trascendido, y el 23 de noviembre, el diputado del PT, Jaime Fernando Cárdenas García, presentó la proposición con el punto de acuerdo por el que se solicita la comparecencia del director general de Notimex ante la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados. Esta solicitud la sustenta en las quejas y denuncias que recibió de trabajadores de la Agencia y resume el incremento de los mandos medios y superiores, el deterioro de la infraestructura y equipo de trabajo, los subejercicios y erogaciones innecesarias, las liquidaciones presumiblemente ilegales, los bajos salarios y el personal de honorarios, reducción de corresponsales internacionales y el sesgo en la información de la Agencia.